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viernes, 18 de marzo de 2011

El rescate de Benjen

El otro día estuve con unos amigos/as jugando una partida de rol, mi primera partida como Máster. La verdad que sólo había jugado una partida como jugador antes, pero con la ayuda de Traumática monté la historia, personajes, etc, etc. La historia está inspirada en el primer capítulo de Juego de Tronos (el del bosque).
Aquí tenéis el resultado:

Arda explica a J1,J2 y J3 lo básico sobre cómo se juega a un juego de rol, las estadísticas y todo eso.
J1,J2 y J3 eligen personajes

[Arda]:> Muy bien, decidme vuestros nombres para apuntarlos
[Ubard]:> Ubarrrrd
[Defelon]:> Defelon
[Damaren]:> Dámaren
[Arda]:> Ajam, muy bien...
[Arda]:> Os encontráis en los Siete Reinos de Poniente, unas tierras que se unieron para hacer frente a un enemigo común y que hoy conviven en paz bajo el mando del Rey Robert Baratheon
[Arda]:> A su vez, el reino está dividido en siete partes, como su nombre indica, cada una con su señor.
[Arda]:> Procedéis de distintas partes del reino, pero todos habéis acabado en el mismo sitio: el Muro.
[Arda]:> El Muro se encuentra en Invernalia, la zona más septentrional del reino, y la más extensa. Su señor, Eddard Stark, cedió una franja de terreno al sur del Muro para que lo administrara la guardia de la noche.
[Arda]:> El Muro es una construcción hecha íntegramente de hielo. Mide más de cien metros de alto y va en línea recta desde la costa este a la oeste.
[Arda]:> El Muro separa los Siete Reinos de los salvajes y de otras muchas amenazas desconocidas. El Bosque Maldito, denso y oscuro, se extiende más allá del Muro. La Guardia de la Noche decidió talar los árboles más cercanos al Muro en su vertiente norte para que ninguna amenaza se acercara sin ser vista. Ésta guardia vigila sobre el Muro día y noche.
[Arda]:> Comúnmente se les conoce como "Cuervos", por el color negro de toda su vestimenta.
[Arda]:> La Guardia de la Noche la componen ladrones, maleantes, asesinos, violadores y delincuentes sentenciados a muerte o a pudrirse en las mazmorras a los que se les ha dado la oportunidad de vivir y hacer algo por el reino.
[Arda]:> El castigo por desertar es la pena de muerte.
[Arda]:> Los recién llegados tienen una fase de entrenamiento, en la que también se decide qué puesto ocuparán en la Guardia, desde mayordomo o cocinero hasta explorador. Después todos deben pronunciar el juramento que los une a sus hermanos:
[Damaren]:> Claro, para los demás es fácil de decir, pero yo tengo una esposa e hijos...
[Arda]:> No tienes nada. Si estás aquí tienes que dejar atrás todo lo que tenías. Pronuncia el juramento!
[Damaren, Defelon y Ubard]:>

Escuchad mis palabras,
sed testigos de mi juramento...
La noche se avecina, ahora empieza mi guardia.
No terminará hasta el día de mi muerte.
No tomaré esposa, no poseeré tierras, no engendraré hijos.
No llevaré corona, no alcanzaré la gloria.
Viviré y moriré en mi puesto.
Soy la espada en la oscuridad.
Soy el vigilante del Muro.
Soy el fuego que arde contra el frío,
la luz que trae el amanecer,
el cuerno que despierta a los durmientes,
el escudo que defiende los reinos de los hombres.
Entrego mi vida y mi honor a la Guardia de la Noche,
durante esta noche y todas las que estén por venir.


[Arda]:> Vosotros habéis llegado al Muro hace poco, habéis completado vuestro entrenamiento y al amanecer habéis pronunciado el juramento de la Guardia de la Noche. Os han dado las capas negras que os identifican como parte de ella y estáis en el comedor celebrándolo con vuestros nuevos hermanos mientras desayunáis.

[Arthur]:> ¡Sentaos hermanos, y tomaos una cerveza!
[Defelon]:> Pero si es el desayuno
[Ubard]:> ¡Por supuesto que queremos!
[Arthur]:> ¡Camarero! ¡Una ronda!
[Arthur]:> Muy bien, y ¿cómo os llamáis?
Damaren, Defelon y Ubard se presentan
[Arthur]:> Yo soy Arthur
[Arthur]:> Bueno, parece ser que no sois tan inútiles con las armas como dicen por ahí...os han nombrado a todos exploradores
[Damaren]:> ¿Quién dice que somos inútiles? Tengo una esposa y un hijo, ¡quien piense que no soy suficiente hombre que salga fuera conmigo!
[Arthur]:> ¡¡¡JA JA JA!!! Mírale, sí que tiene caracter el novato
[Defelon]:> Relájate Damaren, no nos pongamos en contra de nuestros hermanos el mismo día de nuestro juramenteo
[Ubard]:> ¿Otra cerveza? ¡Camarero! ¡Otra ronda!
[Arthur]:> En fin, todos los hermanos son bienvenidos, ahora más que nunca
[Damaren]:> ¿Y eso? ¿Pasa algo?
[Arthur]:> ¿No habéis oido los rumores?
[Damaren]:> ¿Cuál de todos?
[Arthur]:> ¿Qué pasa, te sabes todos los rumores del Muro?
[Arthur]:> Me refiero a los salvajes. Últimamente están demasiado activos, no paran de moverse de un lado a otro, cuando siempre han sido tranquilos. Seguro que no traman nada bueno.
[Ubard]:> Ah, sí escuché algo el otro día en la taberna por la noche, decían algo de un objeto mágico...cuentos de hadas para niños, en definitiva
[Arthur]:> Sí, pero entonces ¿qué explicaría su reciente aumento de actividad?
[Damaren]:> A lo mejor tienen miedo...
[Arthur]:> ¿Habéis oído hablar de los Otros?
[Defelon]:> Sí, yo he leído sobre ellos. Son unos seres con la tez pálida como la luna, y los ojos les brillan azules. Y no se les puede dar muerte, pues ya están muertos.
[Ubard]:> Esto no me gusta, tenemos que huir de este sitio
[Damaren]:> ¿Estás loco? Te matarían si te pillan
[Arthur]:> ¡Tranquilo chico! Los Otros no son más que una leyenda que las madres cuentan a sus hijos cuando se portan mal.

[Arda]:> Estábais tan concentrados escuchando a Arthur que no os dais cuenta de que se ha acercado a la mesa otro hombre.

[Mayordomo]:> El Lord Comandante os ha mandado llamar. Debéis acudir inmediatamente armados y listos para partir.
[Damaren]:> Ha dicho el Orco Mandante? No sabía que en este mundo hubiera orcos...

[Arda]:> Salís del comedor y os dirigís hacia el imponente Castillo Negro, donde reside el Lord Comandante. En cuanto llegáis sois dirigidos ante su presencia. El Lord Comandante es un hombre ya mayor, que tiene un loro que no para de repetir lo que oye mientras revolotea de un lado a otro de la habitación.

[Lord Comandante]:> Pasad, pasad y sentaos
[Lord Comandante]:> Os he hecho llamar por un asunto que me preocupa bastante
[Lord Comandante]:> Hace ya 2 semanas que Benjen Stark, jefe de los exploradores del Muro y hermano del señor de Invernalia, salió de expedición al Bosque Maldito y aún no ha regresado.
[Ubard]:> A lo mejor se ha perdido
[Lord Comandante]:> ¿Benjen? ¿Estás de broma? Se conoce el bosque como la palma de su mano
[Lord Comandante]:> No, debe ser otra cosa...
[Lord Comandante]:> Le envié con otros 2 hombres a vigilar a los salvajes, últimamente hemos detectado demasiada actividad para lo que es normal en ellos, creo que planean atacar el Muro...
[Lord Comandante]:> Quiero que vayáis al Bosque. No muy lejos, sólo adentraos un poco por el camino que sale directo del Muro hasta un claro en el que los exploradores suelen descansar un rato para acostumbrarse a la agobiante sensación que provocan los árboles y el silencio
[Lord Comandante]:> Partid inmediatamente, el claro está a un par de horas de aquí, buscad cualquier indicio que nos pueda dar una pista de qué ha pasado o de dónde ha ido
[Lord Comandante]:> Volved en cuanto tengáis cualquier noticia, y por lo que sea no os adentréis en el bosque más allá del claro ni abandonéis el camino.
[Defelon]:> Así haremos
[Damaren]:> ¿A qué esperamos?

[Arda]:> Cogéis el camino hacia el norte y atravesáis la franja de árboles talados pegada al muro para adentraros en el bosque.
[Arda]:> Seguís el camino y no tardáis demasiado en llegar al claro que os dijo el Lord Comandante. Veis varios cuerpos ensangrentados esparcidos por el claro. Hay 2 que llevan capas negras y otros cuatro visten pieles de animales. Parece que una avanzadilla de salvajes topó con el grupo de Benjen.
[Arda]:> Hay 4 lobos peleándose por un brazo arrancado de uno de los salvajes. En cuanto os ven os encaran y os gruñen amenazadoramente.

[Ubard]:> ¡Escapemos!
[Damaren]:> No podremos, corren más que nosotros
[Defelon]:> A lo mejor si nos alejamos despacio nos dejan en paz
[Arda]:> Los lobos empiezan a acercarse con los dientes fuera. Parece que prefieren matar su comida a comerla ya muerta.
[Damaren]:> Vale...Ataco al lobo que esté más cerca de mí
[Ubard]:> Muy bien, Defelon y yo atacaremos juntos a otro lobo
[Arda]:> El ataque de Damaren golpea de lleno al sorprendido lobo y le separa la cabeza del cuerpo. Ubard se enzarza con otro lobo y le consigue rajar la tripa, lo que le deja moribundo. Defelon se dispone a atacar pero su miedo hace que falle el golpe.
[Arda]:> Los lobos os atacan con fiereza. El lobo al que Ubard consiguió golpear se lanza contra Damaren, pero se encuentra demasiado débil y el escudo le detiene. Aprovechando el descuido, otro de los lobos se lanza a la pantorrilla de Ubard y le consigue clavar los dientes en un gemelo, pero no es nada grave. El último lobo salta contra Defelon, pero éste se protege con el brazo y el lobo sólo muerde el cuero de las protecciones.
[Arda]:> Vuestro turno, Guardias.
[Damaren]:> Repetimos lo de antes, yo ataco al lobo que mordió a Ubard
[Defelon]:> Y Ubard y yo vamos a por el que está herido
[Arda]:> Damaren corre a por el lobo que mordió a Ubard y le acierta en el hocico. Ubard vuelve a cargar contra el lobo herido y consigue hundir una de sus dagas directa al corazón de la bestia. Defelon se queda quieto viendo que Ubard mató al lobo.
[Arda]:> El lobo que tiene el hocico herido se lanza a por Defelon por su aspecto más débil, pero se golpea con la protección de la pierna y el dolor de su hocico le hace retroceder. El último lobo ataca con fiereza a Damaren, pero éste consigue esquivar todos los mordiscos y zarpazos.
[Arda]:> Qué hacéis? Os quedan 2 lobos y 1 está herido.
[Ubard]:> Seguimos igual, no? Que parece que funciona...
[Defelon]:> Sí, que Damaren vaya a por el último lobo y nosotros vamos a por el que está herido
[Damaren]:> Me parece bien
[Arda]:> Damaren ataca sin dar tregua al lobo que le atacó y le atraviesa las tripas con su espada. Ubard consigue herir al lobo en el lomo y a éste le quedan inutilizadas sus patas traseras. Defelon se acerca al lobo para rematarlo pero al verlo tan de cerca le entra miedo, tropieza y cae, con la suerte de que atraviesa el cuello de la bestia en su caída con su propio peso.


[Arda]:> Los lobos están muertos, estáis sólos en el claro.
[Ubard]:> ¿Qué hacemos?
[Defelon]:> Tenemos que volver a informar
[Damaren]:> Sí, ¡pero no nos van a creer!
[Ubard]:> Pues nos llevamos los cuerpos de los guardias
[Damaren]:> No podemos, yo sólo no puedo llevar uno y tú estás herido, no puedes cargar peso
[Ubard]:> Esto es un rasguño, me puedo echar un escupitajo en la herida y listo. Pero si no pues les cortamos las cabezas!
[Damaren]:> ¿Cómo les vas a cortar la cabeza? ¿Y que le decimos al Lord Comandante?
[Ubard]:> Que fueron los salvajes. O les llevamos las cabezas de los salvajes
[Defelon]:> ¿¿Y para qué van a querer las cabezas de los salvajes??
[Ubard]:> ¡Cojamos sus capas!
[Damaren]:> Ubard, ya tienes una capa...
[Ubard]:> Es verdad...
[Defelon]:> Registremos los cuerpos. Benjen es de la casa Stark, tiene que llevar adornos de lobo en algún sitio.
[Damaren]:> Miramos si llevan anillos
[Arda]:> Uno de los guardias lleva un anillo normal sin incripciones ni símbolos
[Ubard]:> Le quito el anillo y me lo guardo. Miramos las espadas
[Arda]:> No véis ningún arma en todo el claro
[Defelon]:> Miramos los broches de las capas
[Arda]:> Ninguna de las dos capas tiene un broche
[Damaren]:> Pues ninguno de estos es Benjen, se lo deben haber llevado de rehén
[Defelon]:> ¿Qué hacemos?
[Ubard]:> Tenemos que infiltrarnos
[Defelon]:> No puedes infiltrarte en los salvajes, te matarán en cuanto te vean
[Damaren]:> Además, el Comandante dijo que volviésemos con cualquier noticia
[Ubard]:> Tenemos que infiltrarnos, así podremos rescatarle. Eso o huir, no me gusta estar aquí, hace mucho frío
[Defelon]:> Debemos volver
[Damaren]:> Sí, vamos
[Ubard]:> No, yo me quiero infiltrar!
[Damaren]:> Te doy mi ración de cerveza de la comida...
[Ubard]:> Hmmm.....
[Defelon]:> Yo también te cedo la mía
[Ubard]:> ¡Volvamos! ¿A qué esperamos?

[Arda]:> Oís unos caballos que se acercan por el camino por el camino que vinistéis

[Guardia]:> ¡Vaya mascare! ¿Qué ha pasado?
[Defelon]:> Creemos que fueron los salvajes
[Guardia]:> Muy bien, volved al Muro de inmediato, comed e ir a hablar con el Lord Comandante, se preocupó porque tardabais mucho y nos mandó venir a buscaros.
[Guardia]:> ¿No estaríais pensando en adentraros sólos en el bosque, verdad?
[Damaren]:> Nooooo...
[Ubard]:> Qué va...
[Defelon]:> Para nada..
[Guardia]:> Novatos estúpidos...

[Arda]:> Regresáis al Muro y os sentáis a comer tras pasar por el médico que le cura el gemelo a Ubard

[Ubard]:> ¿Cuánto podré sacarme por este anillo?
[Defelon]:> No creo que mucho, es un simple anillo de oro sin dibujos ni nada
[Damaren]:> Sí, te faltó tiempo para cogerlo
[Ubard]:> Bueno, todos tenemos un pasado...yo siempre he estado haciendo trucos a la gente y montando juegos de azar en al calle...bueno, quizá no eran del todo azarosos, pero bueno, mi familia no paraba quieta en el mismo sitio mucho tiempo. Llevan un espectáculo de cabras amaestradas, malabaristas y magos por los Siete Reinos.
[Damaren]:> ¿Y por eso estás aquí?
[Ubard]:> No, por eso no...es porque estoy enamorado. Una mujer tiene la culpa, es hermosísima...pero su marido, el duque de Harrenhal no se lo tomó muy bien cuando me encontró con ella en la cama
[Defelon]:> ¿El mismísimo duque de Harrenhal? ¿Estás loco? ¡Dicen que no tienen piedad con nadie!
[Ubard]:> El mismo. Y vosotros ¿por qué estáis aquí?
[Damaren]:> Yo por los impuestos. El rey los subió tanto que tuve que robar para dar de comer a mi mujer e hijos. Los guardias me pillaron en una panadería y preferí venir aquí a pudrirme en las mazmorras.
[Ubard]:> Todos estamos aquí por algo, nadie es un santo en este lugar
[Defelon]:> Bueno...
[Defelon]:> En realidad yo no hice nada. Mi padre es un señor con tierras cerca de Roca Casterly, la tierra de los Lannister. Él siempre quería que yo, su primogénito, fuera un luchador, hábil con la espada y las mujeres, pero siempre han gustado más los libros que las espadas, así que me mandó al Muro para que mi hermano pequeño pueda heredar el señorío.
[Damaren]:> Que se lo lleven los Otros a tu padre. ¡Ahora tienes nuevos hermanos!
[Ubard]:> Sí, y seremos hermanos castigados si no vamos a ver al Lord Comandante.

[Arda]:> Regresáis al Castillo Negro para hablar con el Lord Comandante

[Lord Comandante]:> No he parado de darle vuelta sal asunto
[Lord Comandante]:> ¿Qué creéis que puede haber pasado? ¿Qué podría traer a los salvajes tan cerca del Muro?
[Defelon]:> Creemos que los salvajes han tomado a Benjen como rehén
[Ubard]:> Sí, tenemos que infiltrarnos
[Lord Comandante]:> Los salvajes no toman rehenes, ni reclutas, así que olvida esa estúpida idea
[Damaren]:> Si no ha sido tomado como rehén puede que escapara y siga en su misión
[Lord Comandante]:> Puede ser...
[Lord Comandante]:> ¿Se os ocurre qué podría haber traído a los salvajes tan cerca del Muro?
[Defelon]:> Quizás sea por los Otros, hay rumores de avistamientos últimamente
[Lord Comandante]:> ¿Los Otros? Tonterías. Yo creo que están planeando atacarnos. Nunca nadie ha conseguido atacar el Muro y traspasarlo, pero dicen que el líder de los salvajes está muy lejos al Norte buscando algún tipo de objeto mágico
[Ubard]:> Chicos, tenemos que huir de aquí
[Lord Comandante]:> ¡Ubard! Como vuelva a oir hablarte de escapar te tendré el resto de tu corta vida limpiando las letrinas!
[Damaren]:> ¿Qué tipo de objeto mágico busca?
[Lord Comandante]:> No lo sé, por eso mandé a Benjen, para que vigilase sus movimientos, pero sus dos compañeros han muerto...
[Lord Comandante]:> Aunque él siempre sabe sobrevivir a lo peor...
[Lord Comandante]:> Debemos encontrarle.
[Defelon]:> Nosotros iremos
[Damaren]:> Sí, nosotros iremos a buscarle
[Lord Comandante]:> ¿Vosotros? ¿En serio? Sois unos novatos...
[Lord Comandante]:> Aunque no se os dió mal con los lobos, seguro que podéis encontrar comida si os hiciera falta...
[Lord Comandante]:> Está bien, pero se acerca una tormenta de nieve, así que id marcando los árboles para poder ir a buscaros más tarde, pues no me atrevo a mandar un grupo grande ahora.
[Lord Comandante]:> Y no os expongáis a peligros innecesarios, sabéis que andamos escasos de gente.
[Lord Comandante]:> Suerte, hermanos.

[Arda]:> Partís hacia el Norte de inmediato y volvéis a llegar al claro en el que os encontrasteis con los lobos y los cuerpos, sólo que ya no queda nada de ellos, sólo las manchas de sangre.
[Damaren]:> Seguro que los salvajes han intentado tapar su emboscada...
[Arda]:> Seguís por el camino entre los árboles durante horas sin intercambiar palabra. El silencio que hay en el bosque llega a ser opresivo. Sólo paráis algún momento para ir indicando vuestro camino.
[Arda]:> Unos metros por delante de vosotros véis que el camino tuerce a la izquierda, pero los árboles os impiden ver más allá del recodo, y llegan hasta vostros unas voces. Oís voces de varios hombres y de una mujer.

[Ubard]:> Me alejo unos metros del camino y me acerco sigilosamente hacia donde vienen las voces.
[Damaren]:> Defelon y yo le seguimos a una distancia prudencial.
[Arda]:> Ubard escucha perfectamente la conversación. Los hombres están amenazando a la mujer. Quieren saber hacia dónde ha ido el cuervo que se escapó de la emboscada. La mujer no les quiere decir nada y la abofetean. Oyes cómo se desenvaina una espada.
[Ubard]:> Vuelvo con Damaren y Defelon y se lo cuento.
[Defelon]:> Hay leyendas de que una bruja muy poderosa vive en el bosque, pero es muy dificil verla, y quien la ve nunca está completamente seguro de haberla visto. Eso si consigue salir vivo del bosque...
[Damaren]:> Tenemos que hacer algo
[Defelon]:> Pero no sabemos si es la bruja
[Ubard]:> No les quiso decir nada sobre el otro Cuervo, así que no está del lado de los salvajes
[Ubard]:> Vamos a atacarles con sigilo
[Arda]:> Os acercáis hasta el borde del camino sin que os vean los salvajes
[Ubard]:> Me acerco con sigilo a la espalda del que amenaza a la vieja y le ataco
[Defelon]:> Yo le apoyo
[Damaren]:> Yo ataco al otro
[Arda]:> Ubard se acerca sin ser detectado hasta la espalda del salvaje, pero justo cuando va a atacar la vieja le mira y el salvaje se gira justo a tiempo de parar el golpe con su espada. Defelon del susto de ver al salvaje girarse tan rápido se queda paralizado y es incapaz de atacar. Ya con toda la discreción perdida Damaren se lanza con su grito de guerra contra el otro salvaje que se intenta girar pero no lo hace a tiempo y recibe un corte muy profundo en un brazo que le queda inutilizado.
[Arda]:> El salvaje que paró el golpe de Ubard se vuelve contra él y le lanza un ataque con su espada, pero las dagas de Ubard lo repelen. El otro salvaje se intenta revolver contra Damaren, pero no tiene fuerza suficiente para dar un golpe en condiciones y falla.
[Ubard]:> Defelon, tú conmigo a por el que está herido
[Defelon]:> Ok
[Damaren]:> Yo me voy a por el otro
[Arda]:> Ubard ataca al salvaje herido y lo remata cortándole la garganta. Ante la visión de tanta sangre Defelon recula y tropieza, acabando en el suelo. Damaren, con la velocidad del rayo, carga contra el salvaje que queda y le atraviesa el corazón con la espada antes de que éste se de cuenta de lo que está pasando.


[Vieja]:> Muchas gracias cuervos, pero me las podía apañar sola!
[Ubard]:> Joder con el carácter de la vieja...
[Defelon]:> Mide tus palabras Ubard, recuerda lo que os conté antes
[Vieja]:> Qué jóvenes sois, ¿qué hacen unos cuervos tan jóvenes tan lejos del Muro? ¿Buscáis algo? ¿O quizás a alguien?
[Damaren]:> Creo que ya lo sabes, esos de ahí te preguntaban lo mismo
[Ubard]:> Mire señora, andamos buscando a uno de nuestros hermanos, que por lo que sabemos escapó de una emboscada cerca del Muro, es muy importante que lo encontremos
[Vieja]:> No, yo no sé nada, todos sois iguales para mía, cuervos, salvajes, lo mismo da...
[Defelon]:> Señora, le hemos oído que no le quiso decir nada de los salvajes, no queremos ningún mal a nuestro hermano, al contrario, queremos encontrarle para llevarlo de vuelta sano y salvo
[Vieja]:> Esos salvajes dijeron que iban detrás de un hermano vuestro, quizás sea ese, pero si los lobos no se lo han comido le habrán matado los Otros seguro, no tiene sentido seguir buscándole
[Damaren]:> Tenemos que encontrarle, tiene que estar vivo
[Vieja]:> Ahora me tengo que ir. Si fueseis medio listos daríais la vuelta y volveríais a dormir en vuestras camas calentitas. Al final acabaréis haciéndolo bajo un montón de tierra si no me hacéis caso

[Arda]:> Os miráis para sopesar sus palabras y cuando os volvéis para contestarla, la vieja ha desaparecido.

[Ubard]:> Los salvajes llevan capas?
[Damaren]:> No necesitas capa, ¡¡¡llevas una negra enorme!!!
[Defelon]:> No, pero podrían llevar algún adorno de Benjen, tenemos que registrar sus cuerpos
[Ubard]:> ¿Nos los beneficiamos?
[Defelon]:> Están muertos...empiezas a asustarme
[Damaren]:> ¿Seguro que te detuvieron por tirarte sólo a la mujer del duque? ¿No te "beneficiarías" también a su tatarabuela por un casual?

[Arda]:> Los cuerpos de los salvajes no llevan nada aparte de sus ropas y armas

[Defelon]:> Pues habrá que seguir el camino
[Damaren]:> Sí, prosigamos

[Arda]:> Seguís el camino hacia el norte buscando cualquier rastro de Benjen, pero es un buen explorador  y no veis nada. Cae la noche y sólo os ilumina una antorcha para seguir marcando el camino que seguís. Tras un par de horas más llegáis a un ensanchamiento del camino, y más adelante vislumbráis lo que parece un poblado.
[Arda]:> Al acercaros veis varias casas hechas de adobe y ramas, y una hoguera en el centro. La hoguera aún echa humo, la deben haber apagado hace poco. Hay muchos utensilios de cocina y varias armas apoyadas contra las casas y dentro de la cazuela que hay sobre  la hoguera extinguida. Parece que salieron con prisa, pues dejaron todo atrás.
[Arda]:> Examinando un poco mejor el suelo junto a una de las casas veis una capa con un broche con forma de lobo. A su lado reposa una espada con una cabeza de lobo en la empuñadura
[Defelon]:> La vieja tenía razón...al final le cogieron los salvajes...
[Arda]:> Al otro lado del claro veis aparecer a alguien. Es alto y anda despacio hacia vosotros. Demasiado despacio, pareciera que fuera arrastrando los pies. Cuando sale de la oscuridad veis que su piel es pálida como la Luna y sus ojos brillan azules.

[Defelon]:> ¡Es uno de los Caminante! Sabía que existían
[Ubard]:> ¿Qué hacemos? ¿Cómo se mata algo que ya está muerto?
[Damaren]:> No lo sé, pero voy a probar...ataco al Otro
[Ubard]:> Defelon, tú y yo atacamos justo después a la vez, vale?
Defelon asiente
[Arda]:> Damaren, atacas con todas tus fuerzas al ser. Éste consigue esquivar dos golpes, pero el tercero le atraviesa el pecho y los dos caéis al suelo .

[Arda]:> Cuando consigues recuperarte y volver con tus compañeros ves más seres acercándose por donde apareció el primero, y otros saliendo de las cabañas y entre los árboles. Son 20, 30, cada vez más, no paran de aparecer. 
[Arda]:> Os giráis para huir y veis que os han cortado la retirada. El ser que Damaren atravesó con la espada se levanta con dificultad y empieza a a caminar hacia vosotros, a la vez que todos los demás.
[Ubard]:> ¿Qué hacemos?¿Qué podemos hacer?
[Defelon]:> No lo sé, teníamos que habernos decidido infiltrarnos en vez de venir hasta aquí solos
[Arda]:> Los Otros se acercan
[Damaren]:> No veré a mi hijo crecer...

[Arda]:> De repente notáis el suelo retumbar, cada vez con más fuerza. Los Otros se paran extrañados. Por el camino por el que vinisteis aparecen unos hermanos de la Guardia a caballo, liderados por el Lord Comandante
[Lord Comandante]:> ¡Morid malditos!
[Lord Comandante]:> Vosotros, huid. No seáis estúpidos, ¡no tenéis ninguna posibilidad!
[Lord Comandante]:> Id al Muro de inmediato e informad de lo que ha sucedido aquí.
[Lord Comandante]:> Coged nuestros caballos
[Damaren]:> ¿Y vosotros? ¿Qué será de vosotros?
[Lord Comandante]:> Nosotros iremos enseguida
[Ubard]:> ¿No podemos ayudaros?
[Lord Comandante]:> No lo creo chaval
[Lord Comandante]:> Ahora corred. Corred todo lo que podáis y no miréis.........aaaaagh!!!

[Arda]:> Los Otros han conseguido matar la escolta del Lord Comandante y llegar hasta él armados. Ahora se dirigen a por vosotros


[Ubard]:> Rápido chicos, a los caballos. Defelon, tú conmigo
[Arda]:> Ubard monta sin problemas en el caballo casi encabritado
[Arda]:> Defelon, con los nervios, pierde pie y se cae
[Arda]:> Damaren ayuda a Defelon a subir a su caballo y después monta en el suyo de un salto


[Arda]:> Al llegar al Muro y contar las noticias no sois muy bien recibidos. Algunos de los más veteranos no os creen, otros piensan que les matasteis vosotros para liderar la Guardia y los demás están demasiado dolidos por la pérdida como para hacer comentarios
[Arda]:> En los días posteriores llega algún superviviente que corrobora vuestra historia.
[Arda]:> Habéis salvado la vida pero, ¿por cuánto tiempo?

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