Si tienes alguna pregunta o sugerencia envíala a muertadenuevo@gmail.com.

martes, 3 de noviembre de 2009

Una voz...

Era una tarde lluviosa y fría, en aquel silencioso y pequeño cuarto de estar estaba Sally acomodada y algo adormecida leyendo un libro. Fuera, la lluvia golpeaba con fuerza los cristales y las viejas contraventanas de madera crujían por la fuerza del viento.


Estaba Sally tranquila leyendo cuando, de repente, la luz se fue. La joven pensó que habría sido la tormenta y fue en busca de unas velas, pero volvió la luz y volvió a resguardarse del frió bajo la manta. Encendió la tele en busca de algo interesante cuando, de nuevo, se fue la luz.
Algo fastidiada, murmuró en voz alta:
-¿Cuándo cesará esta tormenta?- dijo mientras iba de nuevo en busca de una vela o algo para alumbrar la estancia.
-No lo sé- contestó una voz.


Sally se quedó parada. Estaba ella sola en casa. Sus padres habían salido a comprar y su hermano Tom estaba en casa de un amigo. Con miedo, decidió buscar de donde provenía la voz, algún aparatejo o una grabadora con la que su hermano le pudiese estar gastando una broma. A tientas, encontró un candelabro y encendió las velas. Bajó al garaje, ya que posiblemente su hermano hubiese entrado por allí para no hacer ruido con la puerta de la calle. Al llegar abajo, en medio del suelo, había una nota. La cogió y vio que la tinta goteaba. Escrito en la nota ponía: NO ESTOY AQUÍ . Sally soltó la hoja cuando se dio cuenta de que estaba escrita con sangre. Salió del garaje y buscó por toda la casa, pero lo único que encontró en cada habitación en la que entraba era una nota como la anterior. Sólo había un lugar donde no había mirado: en la azotea. Sus padres la utilizaban como cuarto para los trastos y ella casi nunca subía allí, ni su hermano Tom tampoco. Tiró de la cuerda y las escaleras se desplegaron con un chirrido que hizo eco en toda la casa. Subió poco a poco, y al llegar no vio nada, sólo trastos viejos. Más tranquila, decidió volver al sofá cuando, a sus pies notó algo. En una hoja, de nuevo ensangrentada un mensaje decía: CAISTE EN MI TRAMPA SALLY, y una gran risa retumbó por toda la casa.


Sally salió corriendo, bajó a trompicones por las escaleras y en ese mismo instante, volvió la luz. Unos segundos más tarde, sus padres entraban por la puerta. La joven les contó lo sucedido, pero no la creyeron ya que no encontraron ni una de las notas escritas con sangre y todo estaba en orden. Sus padres pensaron que todo habría sido una pesadilla, que se habría quedado viendo una película de terror. Pero ella sabía que lo había vivido de verdad, puesto que aquella voz aun retumbaba en sus oídos.




Al día siguiente fue a dormir a casa de su amiga Chloe para contarle lo que había sucedido la noche anterior. Ambas iban por el pasillo de casa de Chloe cuando, al pasar junto a la trampilla de la buhardilla, de nuevo se fue la luz.
-Qué extraño- dijo Chloe.
-Hoy no hay tormenta- dijo Sally, cuya cara reflejaba inquietud.


Salieron fuera, a la calle, para ver si se había ido la luz sólo en su casa o en todas las demás. Y, en efecto, se había ido en todo el barrio. Pero hubo algo que les extrañó. Al final de la calle, en la vieja casa de los Smith, por las ventanas salía luz como si alguien hubiese encendido todas las luces. Sally y Chloe decidieron ir hacia allí. La casa de los Smith hacía tiempo que estaba deshabitada y, por alguna razón, nunca nadie volvió a vivir allí desde que sus dueños un día se fueron de allí.


Entraron por la reja oxidada y roída por el paso del tiempo, contemplaron el triste y vacío jardín lleno de zarzas y maleza y se dirigieron hacia la puerta principal. Un escalofrío les recorrió el cuerpo cuando la verja se cerró de golpe. Llamaron a la puerta, insistiendo varias veces. A la cuarta vez, la puerta se abrió. Era una vieja casa, llena de telarañas y polvo, en la cual en olor a cerrado y a humedad era claramente perceptible. Todas las luces estaban encendidas, pero no había nadie. Cuando las jóvenes se iban a marchar, una voz, la misma que aquella noche había contestado a Sally dijo: "Volviste a caer en mi trampa Sally, pero esta vez, ni tu ni Chloe escapareis”. La puerta y las ventanas se cerraron de golpe y las luces se apagaron; y todo rastro de Chloe o Sally se esfumó.




A la mañana siguiente todo el mundo las estaba buscando. Investigaron pero nadie encontró rastro de las jóvenes. Nadie sabe lo que ocurrió aquella noche, ni donde se encuentran las chicas.




Quien sabe... quizás, si los padres de Sally hubiesen prestado más atención y la hubiesen creído a lo mejor las podrían haber salvado.
Pero, eso nunca se sabrá.




Dailara

viernes, 30 de octubre de 2009

Alternativas

¿Dormir o jugar al WoW?
¿Ir en coche o en bus?
¿Comer o jugar al WoW?
¿Coca-cola o nestea?
¿Salir de casa o jugar al WoW?
¿Pastilla roja o pastilla azul?
¿Tener vida o jugar al WoW?
¿Cojo el camino largo o el atajo que me indica el lobo feroz?
¿Mear  o jugar al WoW?
¿Blanco o negro?
¿Perseguir a esa viejecita y robarla o atropellarla y robarla después?
¿Inventar una excusa para el policía que te ha parado después de saltarte el ceda el paso o admitirlo  y esperar que le pilles de buenas?
¿Rubi@s, moren@s o pelirroj@s? ......¿o jugar al WoW?

Si elegisteis la última opción de todas las preguntas impares tengo una mala noticia para vosotros/as…….aunque supongo que ya dará igual, estaréis muertos de inanición y con la vejiga reventada.

Los que sigáis vivos debéis saber que esta vida está llena de alternativas que pueden marcar nuestras vidas, pero para esas tan trascendentales necesitaría un extenso artículo en la wikipedia que, por supuesto, no voy a hacer.

Os escribo hoy para contaros esas pequeñas decisiones que nos separan de los animales. O nos acercan, depende del imb….dividuo……

Porque dentro del WoW también podemos tomar alternativas para hacer las cosas a nuestra manera, bien por:
·         Eficacia: por ejemplo, conviene que entre primero a la librería antes que a la armería o la catedral de SM porque sin llave no puedes entrar (a no ser que seas una hermosa y magnífica pícara).
·         Falta de tiempo: decides hacer prueba del campeón hero en vez de Ulduar porque si no llegas tarde a tu sesión de manicura francesa
·         Mejor loot: ciertos bosses (contados con los dedos de una mano) sueltan más objetos cuando los matas en determinado orden, por ejemplo las gemelas de Sunwell.


Todo esto está muy bien siempre que se haga con lógica y un par de dedos de frente. Si no tengo la llave de SM no voy a empeñarme en dar cabezazos a la puerta hasta que una de las dos se abra(posiblemente la segunda).
Si tengo prisa no me voy a ir a hacer AQ40 yo sola.
Y si hay un par de bosses que cambian su loot dependiendo del orden, no quiere decir que todos los condenados bosses tengan un modo en el que suelten más loot o tengan más probabilidad de soltar determinado loot.

Ejemplo de la otra noche con el Jinete sin cabeza:

[DruidaTank]:> buenobuenobueno
[DruidaTank]:> ahora se nos ha ido uno
[DruidaTank]:> que hacemos?¿
[DruidaTank]:> buenotiramosloscuatroaverquetalnosva
[DruidaTank]:> cuando el jinete se monte la segunda vez en el caballo
[DruidaTank]:> lo meto en el mausoleo
[DruidaTank]:> matamos las calabazas que salen a areas
[DruidaTank]:> tienen 3 segundos de casteo
[DruidaTank]:> las tenemos que matar antes de que acabe el casteo
[DruidaTank]:> porque si no se convierten en calabazas andantes
[DruidaTank]:> y si conseguimos que no se conviertan mejor
[DruidaTank]:> porque tiene más posibilidades de soltar el caballo así
[DruidaTank]:> el otro día lo vi caer haciéndolo de este modo
[Arda]:> es verdad! Además a mi me han dicho que si lo matamos haciendo el pino todos y tocando las flauta además de soltar el caballo llevas al jinete contigo de acompañante encima del caballo!
[DruidaTank]:> ¿Y cómo se consiguen las castañuelas???
[Arda]:> Y si al empezar el combate sacamos todos la minimascota de la rata el caballo se asusta y se vuelve a meter dentro del montón de tierra, pero como se va asustado la calavera se choca con el mausoleo y sólo hay que pegar a la calavera y nos ahorramos el matar 3 veces al cuerpo.
[DruidaTank]:> Ala! ¿En serio??? ¿Y tenemos que tener todos la rata o vale con que la tengan uno o dos?? Es que yo no tengo la rata esa aún…
[Arda]:> Elune, dame paciencia!
[DruidaTank]:> Pues venga, id sacando las ratas que de este modo acabamos enseguida
[Arda]:> ……
Arda saca su rata de cloacas
[DruidaTank]:> Muy bien, empecemos

Obviamente en los 4 primeros trys no nos cayó el caballo, ni funcionó la táctica de ahuyentar al caballo para luchar sólo con la calavera, ni conseguimos hacer el pino (apuntar como futura propuesta de emote a los chicos de Blizz).
En serio, cómo puede haber gente tan ilusa? Cuando empezaba el 5º try…..

Arda se ha desconectado
[DruidaTank]:> Vaya, se ha caído la pícara
Sin que nadie se dé cuenta GM Arda se conecta y se aparece encima del mausoleo donde aparece el jinete sin cabeza y observa cómo intentan matar al jinete con las ratas fuera, haciendo el pino y tocando la flauta

Cuando por fin lo matan cae la montura por obra divina…..en verdad fui yo quien puso el caballo ahí, pero no se lo digáis a nadie.

[DruidaTank]:> Tomatomatomatomatomatomatomatoma!!!!
[DruidaTank]:> Ha funcionado el modo que nos dijo la pícara!!!
[GMArda]:> Saludos, aventurero, ¿en qué te puedo ayudar hoy? ¿Y qué es todo este alboroto?
[DruidaTank]:> El jinete soltó la montura!!!
[GMArda]:> Vaya! Qué suerte, enhorabuena!
[DruidaTank]:> Sí, aunque es una pena que la pícara que nos ayudó con la estrategia se cayera al empezar el try…
[GMArda]:> ¿Estrategia?¿Qué estrategia habéis usado?
[DruidaTank]:> Pues resulta que hay más posibilidades de que suelte el caballo si lo matamos dentro del mausoleo, destruimos las calabazas antes que se conviertan en bicho andantes, nos ponemos haciendo el pino y tocamos la flauta y antes de empezar sacamos nuestras ratas para asustar al caballo y pelear solo con la cabeza
[GMArda]:> ¿En serio? ¿Y te has creído todo eso?
[DruidaTank]:> Claro que sí, y ha funcionado!!!
[GMArda]:> Ya, claro…
[GMArda]:> ¿Sabes lo que es el drop rate?
[DruidaTank]:> No…
[GMArda]:> Bueno, tampoco me sorprende, no se te ve con muchas luces
[DruidaTank]:> Eh!!! Tampoco hay que faltar
[GMArda]:> No falto a nadie, al menos a nadie lo suficientemente evolucionado
[DruidaTank]:> Te voy a poner un ticket por acosación verbal y viejazon!!
[GMArda]:> Ponlo si quieres, pero ya te contesto yo: eres un poco lento…¿¿ponerle un tiket a un GM??
[GMArda]:> Me gustaría ver eso. Sería divertido contestar un ticket sobre ti misma
[GMArda]:> Aun así no sé cómo pudiste creerte todo eso de la estrategia…
[DruidaTank]:> Pues porque es verdad!!! Mira, soltó el caballo!!!
[GMArda]:> Entonces me temo que voy a tener que banearte por usar un exploit del juego
[DruidaTank]:> ¿Qué? Yo no…
[GMArda]:> Dale recuerdos al tito Arthas
[DruidaTank]:> ¿Darle recuerdos a Arthas? ¿A qué te refieres?....
GMArda teletransporta a DruidaTank frente al trono de Arthas
DruidaTank es baneado de por vida
[GMArda]:> Bueno, y para que veáis que no soy del todo cruel a vosotros no os voy a banear por aguantar la charla y no decir gilipolleces. Bueno, principalmente por no abrir el pico
[GMArda]:> Y puesto que todos participasteis en el exploit menos la pícara que se cayó……
Arda recibe la montura del jinete
[GMArda]:> Un placer ayudaros, ¿puedo ayudaros con algo más hoy?
[toda la party]:> ……
[GMArda]:> Lo suponía…Adiós!

El loot va por un % fijo, y no tiene más historia. ¿Por qué no dejamos de inventarnos cosas que pueden hacer daño a los demás? Debéis recordar que en este juego hay niñ…gente que se va a creer todo lo que le digáis.

En vez de liarles con estrategias absurdas decidles que se tiren desde el alto de los Aldor en Shattrath asegurándoles que la distancia al suelo es la exacta para no morir. O dejadles que agreen a Ony ellos solos creyendo que la calavera significa que está casi muerta.

En serio, dejad de crear este tipo de gente.

Y no, aun no he visto caer la montura del jinete, pero me han dicho que la suelta si lo llevas junto al boss del cementerio y los matas a los 2 a la vez. Esta tarde lo pruebo y ya os contaré si funciona.

jueves, 29 de octubre de 2009

Felicidades

Hoy es el cumpleaños de nuestra querida colaboradora Dailara!

CUMPLEAÑOS FELIIIIZ……..dejad de taparos los oídos, que no voy a cantar más…
Muchas felicidades y que te regale muchas cosas le Jinete sin cabeza!

Por ser su cumpleaños habrá caramelos gratis para todos!!!
Hemos colocado repartidores de caramelos en distintos sitios del mundo para que os sea más fácil conseguirlos. Si alguien quiere sus caramelos, dirigirse a su tabernero más cercano o a:
Jinete sin cabeza, Cementerio del Monasterio Escarlata, Camino de Entrañas s/n, 666 Reinos del Este, Azeroth.

En breve podremos disfrutar de otra historia de Dailara, esta vez relacionada con estas fechas tan señaladas.
Y por supuesto otra de mis historias….¿aparecerá GM Arda de nuevo para repartir justicia o estará de vacaciones? No cambiéis de canal y lo descubriréis!

Y QUE CUMPLAS MUCHOS MAAAAAAS!!!!
¿En serio pensasteis que no os iba a torturar más con mi voz?

jueves, 15 de octubre de 2009

Vientos de cambio

Título alternativo: TOMA PARRAFADAAAAA!!!!

El tiempo pasa. Las cosas cambian. Muchas veces a pesar de nuestro empeño porque no sea así.

En estas últimas dos semanas he tenido muchos cambios tanto ingame como IRL(R), y muchas veces me encuentro como descolocada, fuera de lugar... Otras simplemente me entran ganas de matar.

El primer cambio de todos ha sido a mi reincorporación al trabajo tras muchos meses de baja. Entras a un proyecto nuevo, con gente que conoces casi sólo de vista...y te ponen a leer manuales, y que no digan que leer manuales no cansa porque llego reventada a casa de A)intentar no dormirme con los manuales B)hacer que los leo durante taaaaaaantas horas.

Pero volviendo al WoW hay cambios inevitables (como el nerfeo del abanico de cuchillos) y otros que se podrían evitar con un poco de humildad, educación y no siendo gilipollas profundos. Me estoy refiriendo al hecho de que hay gente que no le gusta más que malmeter e iniciar cazas de brujas por motivos inexistentes. Por culpa de las acciones de unos y la dejadez de otros Kaamos nos ha abandonado para irse a un sitio mejor (y no con mis dagas clavadas en su espalda como tantas veces soñé). No, no estoy hablando del Aion, dejó el guild y acabó migrando a Dun Modr.

Todos nos quedamos con los ojos como platos porque dejaran marchar a un jugador tan grande y que ha aportado y ha hecho tanto por Elder. Una persona que sólo tenía elogios para su clan...

También es cierto que Elder no es lo que era, ha perdido parte de su espíritu, pero es un clan de los importantes (raideando sólo 3 días) y no seré yo la que la desprestigie. Tiene grandes jugadores, pero en varios casos falta detrás de ese jugador una persona más humilde y amable.

Las reacciones no se hicieron esperar, casi al instante Aeol abandonó la guild, pues había llegado a ella convencida por "Kaamos el enamorado de Elder" y no le parecía bien la campaña de desprestigio echa contra él. A los pocos días Khareesa anunció su retirada del juego...no se si fue movido sólo por su cansancio hacia el WoW o si esto también le influyó a tomar esa decisión, pero el caso es que ya no está uno de los mejores tankes (si no el mejor) que he conocido.

Como algunos sabéis, me gusta mucho ir a mi bola en el WoW (de hecho subí hasta nivel 60 pre-expansiones haciendo como mucho 2 instances) y llevo desde el año pasado sin raidear(desde que empezamos los trys a Illidan y Archimonde) por mi horario. Lo que quiere decir que llevo muuuuucho tiempo en el guild sin hacer prácticamente nada más que instances, alguna raid ocasional a conquista e incluso a ony y pasarme horas en el juego mirando el chat y/o hablando.

Pero llevo como un par de meses con el gusanillo de volver a las raids (la verdad que tampoco da mucha más opción blizz con esta expansión) y hace tiempo que me quiero ir de Elder. Si he aguantado tanto tiempo en las sombras de Elder ha sido casi exclusivamente por Kaamos. Él confió en mí, dió la cara por mí y me sacó de algún apuro (apuro puede ser echarme de la guild :P) más de 2 y 3 veces, y se lo debía cuando me pidió que no me fuera (hace ya tiempo) porque Elder esto y lo otro...pero Elder perdió por el camino ambas dos....se dejó "esto" al salir la expansión, y "lo otro" al llegar a Uldu.

Así pues, decidí abandonar Elder, y me costó mucho más de lo que pensaba. Llevaba tanto tiempo pensando irme que cuando fui a dejar el clan me acordé de todo el tiempo que llevaba con ellos (alrededor de 2 años, desde Karazhan) y ha sido largo el camino recorrido, y mucha la gente que se ha quedado en él. A la mitad del clan no los conozco, y de la otra mitad se que a la mayoría les dará igual que yo me marche, incluso se alegrarán, pero son las mismas personas que no voy a echar de menos allá donde vaya. Hay de todo como en todos lados, pero a veces algunos conseguían sacarme de mis casillas y volverme más asesina aún (sí, MÁS aún).

Pero por otro lado también me he cruzado con personas con las que mejores ratos he pasado, y a quienes dedico este post y aprovecho para darles las gracias como si estuviera llamando a un programa de radio(aunque seguiré en contacto con ellos/as, por supuesto). Destacan Kaamos por nuestros piques y "peleas" y por lo anterior mencionado, Khareesa por esa manera de tankear, Squalid por estar loco y llamarme friki siempre xD, Alsí por aceptar propuestas locas para logros chorras, y mis 2 nuevos padrinos (que conozco casi desde que entré al juego) Numaios y Haidem.

Numa y Haid me han acogido en el que es su clan y en mi primera raid puedo decir una cosa sobre las demás: me lo he pasado bien jugando (incluso no me sentía mal al morir :P), así que preveo posts llenos de wipes, de wipes tontos, de wipes merecidos, de wipes cabezones y de vez en cuando algún wipe....estooo....algún kill :P

Pero tampoco os fiéis mucho de mí, pues predije que para el cambio de milenio Kaamos se teñiría de rosa...

viernes, 2 de octubre de 2009

El hueso del ángel (por Dailara)

La brisa acariciaba mi tez blanquecina y traía consigo lamentos y sollozos. Alcé los ojos para contemplar el sol, pero las densas nubes no dejaban pasar ni un ápice de luz de este, intentaban ocultar a los ojos del astro el horror que ellas contemplaban. Bajé la cabeza, desistiendo de mi idea de poder sentir un poco de calor en mi piel y me miré las manos, dejando escapar sin querer una amarga lágrima que recorrió mi rostro y cayó en mis sucios ropajes.

No podía levantarme de allí. Mi mente me gritaba que saliese corriendo y que nunca más volviese a aquel lugar maldito, pero mis piernas seguían en el mismo lugar. Me enjuagué las lágrimas y miré a mí alrededor. Una ola de sentimientos me embargaban y me hacían sentir frágil, triste, y a la vez, en paz. Mi razón y mis sentimientos mantenían una lucha interna, en la cual el sosiego y la calma comenzaban a ganar la partida.

Conseguí ponerme en pie, y empecé a buscar los restos de mi equipaje. El frio se adueñaba de mí, al igual que una gran desazón. Se suponía que había hecho lo correcto, pero aún así no me sentía orgullosa de mi misma. Esta había sido la prueba más dura a la que jamás me había enfrentado, y las huellas que dejarían en mi mente sin duda me acompañarían hasta el final de mis días. Debajo de una mole moribunda que conseguí apartar encontré mi hueso de ángel, y no muy lejos de allí, el deteriorado retrato de una pobre familia. Mi familia.

Aquellos dos objetos eran lo último que me quedaba de ellos.

La noche anterior parecía que iba a transcurrir como otra cualquiera. Había llegado con el grupo a una pequeña aldea en la que estaban festejando la llegada del otoño. Como siempre, buscamos alguna taberna donde poder sentarnos y tomar un plato caliente y escuchar las historias de los lugareños. Todo parecía transcurrir con normalidad. La gente era bastante amable y la sopa se podía comer, así que nos relajamos y pedimos al tabernero que nos preparase las habitaciones para esa noche. Se agradecía estar bajo un techo al lado de la chimenea después de varias semanas de misiones sin sentido en las que el grupo había sufrido algunas heridas, y la dureza del camino no había limado las asperezas entre algunos miembros de la tropa. Apenas éramos 5, pero es difícil que la gente no pierda los nervios cuando lleva días sin comer y poder asearse. Siempre era yo la que tenía que mediar entre ellos, me terminé acostumbrando a que me vieran como a una madre, por mi carácter protector. Pero aquella noche, mis compañeros dejaron de considerarme como una ‘mamá’. Pude ver miedo reflejado en sus ojos cuando me levanté lentamente de mi asiento. Intentaron persuadirme y sentarme de nuevo en la silla, pero yo ya no estaba allí, no podía verles, ni oírles, sólo podía sentir. Sentir odio y sed de venganza.

Hacía bastante rato, una joven muchacha entró en la taberna con sus ropajes manchados, por culpa de unos borrachos de la calle. La joven llamó la atención de casi toda la estancia, ya que parecía pertenecer a otra estirpe, no encajaba en aquel lugar. Cuando la chica se acercó a la barra, la puerta se abrió de nuevo y entró un hombre con aires de grandeza, seguido de una mujerzuela y un muchacho con la misma actitud altanera de su padre. Algo no me gustó desde que la joven irrumpiera en la estancia, pero no sabía que era. El tabernero escuchó las palabras de la chica y los condujo hasta el mejor sitio del lugar, el más próximo a la chimenea, echando de allí a unos pobres aldeanos que se vieron desplazados por los ricachones. A los pocos minutos, el tabernero les sirvió la cena en su mejor vajilla y pude comprender al fin quién era esa familia. La joven que había entrado en primer lugar se retiró su capa de encima y pude ver un extraño colgante que pendía de su cuello. Nadie más lo reconoció, ni tendrían por qué. Pero yo no tenía ninguna duda de quiénes eran esos extraños personajes. Hace veinte años ellos me arrebataron todo lo que tenía.

Cogí mi capa y busqué entre los bolsillos hasta que di con el objeto que buscaba. Lo miré apenas dos segundos, estaba segura de que no me había equivocado. Me levanté lentamente de la mesa, y me dirigí hacia el caballero. Le di una palmada en su hombro y le susurré al oído que se levantase y me acompañase. Él se giró con una actitud bobalicona e intentó reprenderme, pero se quedó helado cuando sus ojos se posaron en los míos. La mujer que estaba a su lado ahogó un grito cuando me miró e intentó agarrar a su marido, pero este ya estaba andando tras de mí.

La puerta se abrió sola. El hombre se dispuso a hablar pero sus cuerdas vocales estaban congeladas. No quería oírle ni siquiera pedir perdón o darle la oportunidad de excusarse. Me di la vuelta, y pude verle de rodillas, sollozando, pidiendo clemencia. Apareció su familia y comenzaron a chillar y a llorar por su padre. Los jóvenes no entendían lo que pasaba, pero la madre los colocó detrás de ellos cuando vio en mi cara una sonrisa dibujada. Sabían lo que iba a pasar. Alcé mi mano y mirando a la mujer con desprecio cerré poco a poco mis dedos; ella, comenzó a jadear porque le faltaba el aire, su marido, miraba horrorizado la escena. Los hijos intentaron huir, pero hacía tiempo que les había paralizado, y junto al padre, cayeron de rodillas al suelo. En el fondo, llegué a sentir lástima por ellos, ya que cuando nacieron, los crímenes perpetrados por su familia ya habían pasado. Pero habían tenido la osadía de usar algo que me pertenecía, y no podían quedar impunes por ello.

La mujer sacó un anillo de su bolsillo y silvó a través de él. Pretendía alertar a sus guardias para que viniesen a salvarla. Una amarga carcajada salió de mi boca, y mi mano se cerró por completo, dejando sin aire a la Dama de Adufeil, la cruel arpía que encargó el asesinato de mi familia.

Después de ella, me dirigí a sus hijos, los cuales me miraban aterrados. La joven lloraba sin cesar, mientras su hermano intentaba el muy estúpido tragarse su miedo y plantarme cara. Le sonreí, me acerqué a su oído, y cerré sus ojos lentamente. El último aliento lo respiró en el regazo de su padre. Me pidió que le matase, pero dejase libre a su única y pobre niña. Dudé un segundo, y en ese instante de vacilación, comenzaron a llegar por el callejón hombres armados para defender a su señor. Intentaron acercase a nosotros, pero el campo de protección que había creado no les dejaba acercarse, ni siquiera a mis compañeros que habían salido de la taberna alertados por mi actitud.

Le pedí a la chica que se levantase, y ella accedió sin oponerse, la conduje hasta los ojos de su padre, y le pedí que le besase. Ella lo hizo, derramando sus lágrimas sobre el cuerpo inerte de su hermano. En ese instante, mi daga rozó suavemente su delicado cuello, y cayó junto al cadáver del joven. Sin dejar pensar a su padre, le arrastré hacia delante, cerca de sus guardias y le dije al oído: tú al menos has tenido la oportunidad de despedirte de ella, yo no pude decir adiós a mis padres. Le miré y trasmití a su mente los recuerdos que tenía de aquella noche en la que destrozaron mi vida. Bajó la cara y se echó las manos a la cabeza, intentando quitar esas imágenes de su mente. Toqué su hombro, y miró hacia sus hombres con una actitud de nobleza. Los miré un instante y les trasmití lo mismo que hacía unos segundos había visto él. Alcé mi daga y le cercené el cuello delante de sus guardias. Había muerto el Señor de Adufeil, el asesino de toda mi familia. Él y su esposa me arrebataron mis tierras, mis padres, mis hermanos y el resto de mi familia; sólo por codicia y ansias de poder.

Mi grupo se unió a mí, y algunos hombres intentaron defender lo que quedaba se sus señores. Otros huyeron avergonzados por haber defendido a tan crueles seres. Luchamos sin miedo, sin sentimientos, sin un fin más que el de sentir venganza.



Me colgué el collar de la joven en mi cuello. Aquel hueso de ángel había pertenecido a mi madre. Era único. Como ella, que enamoró a un ángel y le permitió volver a la vida, llevándose un recuerdo de él. La familia Adufeil podría haber seguido viviendo de no ser por su insolencia de haberse quedado con tal regalo y pretender hacer creer que formaba parte de la historia de su estirpe.

Me lavé las manos ensangrentadas y guardé el retrato en mi bolsillo. Los fantasmas siempre me atormentarían, pero al fin, después de tanto tiempo, pude dormir sin soñar con mi pasado arrebatado. No recuerdo con qué fue, sólo sé, que al despertar, un ángel al que le faltaba un hueso, velaba por mis sueños.


Dailara

lunes, 21 de septiembre de 2009

ODIO A LA GENTE!!!

ODIO AL VALIENTE HIJO DE PUTA QUE REGALA LOS CARNETS DE CONDUCIR EN LA DGT!
Y ODIO A TODOS LOS HIJOS DE PUTA QUE CONDUCEN A SU PUTA BOLA, NO SABEN CONDUCIR Y ENCIMA LE ECHAN LA CULPA A LOS DEMÁS DE QUE ELLOS SEAN GILIPOLLAS!!!
A TODOS ELLOS LES DESEO MIL AÑOS DE ESTAS TORTURAS Y MUCHAS OTRAS QUE SE ME OCURREN PERO NO TIENEN ILUSTRACIÓN (DE MOMENTO).









PD: sí, sé que está todo en mayúsculas, pero estoy hasta la polla (si, soy elfa, pero suena mucho mas fuerte eso que "ovarios")

domingo, 23 de agosto de 2009

Los límites humanos

Desde que la humanidad empezó a tener uso de razón siempre han buscado ponerse a prueba, buscar sus límites y superarlos constantemente (nunca acabaré de entender qué satisfacción obtienen los humanos con esta práctica).

Lo vemos todos los días por la tele. Un tío que bate un record por tirarse desde una grúa con una cuerda agarrada con las manos para soltarse al llegar al suelo, otro tío k hace 2 backflips (mrotales invertidos) sobre un montón de arena montado en un triciclo, empresas que se dedican a ver quién manda su satélite más lejos e intentan que vuelva entero o, como hemos podido ver últimamente, un negro de 2 metros que cada vez que corre parece para el tiempo para cruzar antes la meta.

Todos estos "records" tienen algo de mérito, ya que requieren de una habilidad o conocimientos especiales.
Pero hay un record que los humanos tienen sobre todas las razas.
Un record que no dejan de superar cada día, aunque cada vez que lo hacen nos sigue sorprendiendo.
Y ese record es ***redoble de tambores*** LA ESTUPIDEZ !!!

Sí, amigüitos y amigüitas, he vuelto a hacer algunas instancias de PuG tras un tiempo de descanso mazmorrístico y no he tardado en encontrarme con alguien que batiera un nuevo record.

Situémonos.
Dalaran, el tío de las diarias. Cojo la diaria: matar a Ingvar. Me apunto a la cola de Pináculo de Utgarde (con mi habitual manía de enterarme de las cosas a medias.....sí, la diaria era Fortaleza, no Pináculo) y me invita un paladín enano a un grupo.
Enseguida entra otro enano cazador y un mago humano de cuyo nombre prefiero no acordarme para no ponerlo en /ignore.

Entre unas cosas y otras vamos el hunter y yo a la piedra y no encontramos heal, así que a los 10 minutos el tanque decide irse sin decir nada.
Como no encontramos gente decidimos irnos a Fortaleza que es la diaria.
Bueno, lo decidimos entre el cazador y una servidora, pues el mago no contestaba por ningún medio.

Decidimos esperar a tener grupo para decidir que hacer, así que me vuelvo a Dalaran y esta vez pido por el General para la mazmorra correcta.

Una vez nos hacemos con heal (ya eramos el enano cazador, un chamán healer, guerrero tank, el mago y yo) nos dirigimos a la instance (intentando contactar con el mago de nuevo), invocamos e intentamos contactar por 3ª vez con el mago obteniendo los mismos resultados que las otras 2 veces.
No contesta.
Decidimos entonces sustituirlo por otro dps.
Entramos en la instance y nada más desaparecer la pantalla de carga me encuentro con esto:

[Mago]:> invita
[Arda]:> se deshizo el grupo porque se fue el tanke
[Mago]:> pedazo ticket que te voy a poner por invocarme y luego echarme
[Arda]:> como???
[Mago]:> si si seguro, que he hablado con otro en el grupo y me habeis echado y habeis metido a otro
[Arda]:> pero también hemos cambiado de instance
[Arda]:> y además, eso no está en contra de las normas del WoW, así que poco caso te van a hacer
[Mago]:> el ticket lo vas a tener igual
[Arda]:> tu mismo, van a pasar de ti
[Mago]:> ya lo veremos...
[Arda]:> tu mismo
[Arda]:> Ya me cuentas cuando te respondan
[Mago]:> Ya, me reiré yo
[Arda]:> lo dudo
[Arda]:> Si te echamos fue porque no estabas, así de simple
[Mago]:> Estaba en Ventor!
[Arda]:> Y por eso no puedes leer ni escribir en el chat?
[Mago]:> Estaba todo el mundo hablando, no daba tiempo
[Arda]:> Yo estaba en Dalaran, así que tenía el mismo chat que tú
[Mago]:> Que me da igual, me has hecho ir hasta Utgarde desde Ventor para nada
[Arda]:> Yo no te he hecho ir para nada, yo no te invité, ni te invoqué
[Arda]:> Y además, cuando vine a la piedra no teníamos el grupo completo aún, así que haber estado más atento
[Mago]:> Si si, pero te vas a llevar el tickeet puesto
[Arda]:> Muy bien
[Arda]:> Qué quieres? Que me baneen porque no estas atento a lo que tienes que estar? xDDD
[Arda]:> Pues suerte


Creo que después de esto se desconectó porque no lo pude ni poner en /ignore.
En serio humanos, dejad las drogas y empezad a razonar con un poquito de sentido común.
¿Quién en su sano juicio me va a banear por que otro diga que yo he hecho una cosa que no he hecho y que no va contra las normas?
De hecho el problema es que el susodicho estaba mirando las telarañas de Ventormenta a ver si tenían musarañas cazando gamusinos y no se molestó en mirar el chat siquiera.
Me imagino la conversación con el GM....

[GM Arda]:> Buenas tardes aventurero, que la luz de Elune guíe tu camino. Tengo entendido que tienes un problema con otro jugador. ¿En qué te puedo ayudar?
[Mago]:> Sí, con una elfa estúpida.
[GM Arda]:> Bueno, tampoco hace falta descalificar, cuéntame qué ha pasado.
[Mago]:> Pues que me hizo ir hasta Utgarde desde Ventormenta para ir de heroica y luego me echó del grupo.
[GM Arda]:> te escucho...
[Mago]:> ?
[GM Arda]:> ??
[Mago]:> ???
[GM Arda]:> Te escucho, sigue hablando...
[Mago]:> Ya está, ese es el problema, me hizo viajar un buen rato para luego echarme.
[GM Arda]:> ¿Te amenazó de alguna manera para que fueras a la instance?
[Mago]:> No
[GM Arda]:> ¿Le hiciste o dijiste algo para que te echara del grupo?
[Mago]:> Qué va! Si yo estaba tranquilamente en Ventormenta admirando el cielo
[GM Arda]:> Ajá....¿te dio algún motivo para echarte?
[Mago]:> Sí, me dijo que me habían llamado por el chat, pero no lo vi porque la gente no paraba de hablar por el general.
[GM Arda]:> A ver, déjame que me aclare... ¿Dices que la sucia elfa esta no te ha amenazado, te avisó de que te iba a echar porque no contestabas y al rato te echó?
[Mago]:> Bueno, mas o menos....pero perdí 5 minutos en ir hasta allí!
[GM Arda]:> ¡Qué arpía! ¿Qué propones que le hagamos?
[Mago]:> No se, baneala, dejale todos los personajes muertos y quítale todo el equipo que lleve para que escarmiente.
[GM Arda]:> Santa Elune, ¿por qué me tocan a mí todos los inútiles?
[Mago]:> ¡¡¿¿Qué acabas de decir??!!
[GM Arda]:> Nada nada, que ahora la baneo, dame un momento, pedazo de estúpido...
[Mago]:> No me llames estúpido! No soy estúpido!
[GM Arda]:> Hombre...fuiste a un sitio por voluntad propia y no contestaste cuando te avisaron de que te iban a echar, y ahora mismo me estás pidiendo que la castigue....
[Mago]:> No soy estúpido, ella me hizo perder mi tiempo!!!
[GM Arda]:> No, no eres del todo estúpido. El castigo me parece bueno
[Mago]:> Claro que sí, déjala en paños menores! Se lo merece!
[GM Arda]:> Sí, dame sólo un minuto....

[GM Arda] empieza a matar y dejar en paños menores a todos los alters del mago
[GM Arda] mata al mago permanentemente
[Mago]:> ¿¿¿???
[GM Arda] empieza a quitar y eliminar el equipo e inventario de Mago
[Mago]:> Páralo! Deja de hacer eso! Es la elfa la mala!
[GM Arda] se aparece frente al fantasma de Mago

[Mago]:> O_O
[GM Arda]:> ¿Ves mi alabarda mística? Es exclusiva de los GM's. A todo el que pego con esta alabarda es baneado permanentemente. ¿Quieres una?
[Mago]:> Claro! por supuesto que sí!
[GM Arda]:> Pues agáchate y ponte en pompa que te la voy a meter por el cu** para que aprendas a no malgastar el tiempo de un GM!!!
[Mago]:> Espera.... NOOOOO!!!!!

[GM Arda] introduce la alabarda a Mago por donde la espalda se acaba
Mago es baneado de por vida de World of Warcraft
En todo Kalimdor, Eastern Kingdoms, Terrallende y Rasganorte suenan fanfarrias y se ven fuegos artificiales durante toda la noche.
En las principales capitales cuelgan carteles que dicen: "Gracias GM Arda! 1 inútil menos en el WoW"

miércoles, 22 de julio de 2009

Del día y la noche

...aquí estoy de nuevo, otra noche más...
Sentada a la luz de la luna contemplando el Gran Árbol.
Como todas las noches desde que nací (siempre que mis aventuras me lo permiten).

Pero hace tiempo que vengo aquí desilusionada.
Los elfos adoramos la noche, es nuestro hábitat natural. En ella encontramos calma, vida en el bosque y una paz interior de la que carecen el resto de razas. De noche recargamos nuestro espíritu (aunque no dormimos) y nuestra energía. Pero hace tiempo que venir aquí no tiene esos efectos sobre mí. Solo encuentro intranquilidad y desasosiego.

Pues la noche no solo atrae animalillos amigables, sino que también atrae a seres oscuros.
Y esos seres me quitaron a mis amigos.
Se los llevaron mientras dormían en sus casas de Villadorada.
Nunca más volveré a ver a mis amigos la sacerdotisa y el brujo por culpa de la traicionera noche.

Me costó bastante tiempo volver a venir por aquí, y cuando lo hice no me sentí para nada como antes. Sentía que la noche que me rodeaba me observaba y se burlaba de mí, haciendo que conejillos y pájaros salileran a mi encuentro por el camino. Pero yo he visto la cara oscura de la noche, y me siento un poco triste y vacía cada vez que vuelvo aquí como antes, sabiendo que fue ella la que me quitó a mis mejores amigos.

Fue poco después que empecé a ver la belleza del Sol. Reluciente, lleno de vida. La luz de sus rayos lo inunda todo, dejando al descubierto todo lo que la noche intenta ocultar.

Empecé a ver la alegría que el día causaba en los niños humanos, y poco a poco se fue abriendo paso hacia mi interior.

Tanto fue así que llegó un momento en que quise acercarme más al Sol para llenarme de luz y alegría. Había oído de un antiguo habitante de las costas de Azshara que se intentó hacer unas alas para alcanzar el Sol; pero se las hizo de cera, y antes de llegar siquiera cerca, se le derritieron y acabó muriendo.

Pero yo, como elfa que soy, no necesitaba eso. Los elfos tenemos un nivel de consciencia y espíritu mucho mayor al de las otras razas, así que día a día fuí acercando mi espíritu al Sol.
Poco a poco conseguía acercarme cada vez más, pero era un objetivo muy lejano.

Por fin, el otro día, tras muchos días de profunda meditación conseguí lo que tanto anhelaba. Me acerqué lo suficiente al Sol para agarrar sus rayos. Estuve un rato sujetando los rayos como si fueran una cría de oso panda recién nacida. Era feliz, estaba llena de dicha y alegría mientras acariciaba sus rayos y éstos vibraban en señal de respuesta, agradecidos por el contacto. En ese momento fui la elfa (y posiblemente la criatura) más feliz de todo Azeroth.

Entonces el sol se fue y la noche me inundó de nuevo.
La misma noche que hace tiempo me robó a mis amigos.
La misma noche que lleva tiempo atormentándome.
La misma noche eterna en la que espero aquí sentada a que vuelva a hacerse de día...

miércoles, 13 de mayo de 2009

Huelga

Escribo esta entrada porque estoy hasta las narices de siempre lo mismo.

¿Y qué es lo mismo? os preguntaréis vosotros...

La poca "solidaridad", compañerismo y el egoísmo generalizado que ronda por el wow. Son las cosas que vemos día a día in-game que ya me sacan de quicio. Esas cosas que una vez la puedes pasar, dos te puedes morder la lengua pero a la tercera empiezas a lanzar insultos a diestro y siniestro, a tirarle todo lo que tienes en la bolsa al que te está jodiendo y hasta piensas en ponerle un tiket a un GM o empujarle por el barranco más cercano cual pingüino de anuncio.

El otro día andaba questeando recogiendo huevos de devastador de esos que tienen un bicho al lado protegiendolos (enorme estupidez, a quién se le ocurriría proteger a tus futuras crías). Tras recoger el primer huevo me dirijo a otro devastador al lado de un nido y mientras lo estoy matando aparece un maldi....simpático enano DK que aprovecha que estoy en combate y se apodera del huevo. De MI huevo. Y de MI siguiente huevo.

Y así con objetos de misión, minas, plantas, mobs, fuentes, peces, espadas y hasta por pillar primero al NPC de turno.

Pues que sepais que estoy hasta los mismísimos! Así que a partir de ahora os aviso: no esperéis una Arda amable que os ceda una planta porque estábais antes y os atacó un ñomo mientras la cogíais, o que os ceda un mob y os ayude a matarlo ni nada por el estilo.

A partir de ahora mismo me declaro en huelga indefinida de simpatía y robaré mobs, plantas, minas, loot y hasta el oro que no tengáis bien vigilado!

Y no quiero acabar esta queja sin darle un /clap a Blizz por su lema de los parches: "metamos 5 cosas nuevas y rompamos 3 que llevan funcionando desde siempre, como la actualización de los rangos de las habilidades al aprenderlas del trainer! Y de paso reseteamos los talentos...".

PD: lvleando cabra-pala

martes, 14 de abril de 2009

Fuerza y honor

Fuerza y Honor de Krohenen

Una espada herrumbrosa pasó cortando el aire hasta chocar contra el hacha de Helgum que desvió el ataque del soldado reanimado. El chamán imbuyó su otro arma con la energía del fuego y descargó tal golpe en la criatura que seccionó la columna vertebral que asomaba bajo la cota de mallas, dividiendo al ser en dos y consumiéndolo en llamas.

-Seguid avanzando, hijos de la Horda. ¡Fuerza y honor!- gritó el comandante orco Borug mientras liberaba su espada del pecho de un soldado nerubian.

-¡Fuerza y honor!- secundó el resto del ejercito al unísono.

Helgum derribó de un golpe de viento a otro soldado y con una arremetida de sus dos hachas destrozó el cráneo de otro. Cuando no encontró ningún enemigo a su alcance se detuvo y contempló el campo de batalla. Los guerreros de la Horda barrían las huestes del Rey Lich como si de una marea imparable se tratasen, deteniendo el avance del enemigo y haciéndolos retroceder a las fosas desde donde habían aparecido. A su espalda, la fortaleza de Garrosh se alzaba en mitad de la Tundra Boreal, bastión impenetrable de la Horda e icono de la Ofensiva Grito de Guerra. Desde que las huestes de Thrall se habían asentado en Rasganorte, una miríada de ejércitos no-muertos atacaban el asentamiento día tras día, plantando duro asedio a los expedicionarios. Aquel día, el comandante Borug había movilizado sus tropas al área circundante a la fortaleza ya que los exploradores informaron de varios túneles excavados por nerubians para desplazar la hueste enemiga al centro mismo de la fortaleza.

-¡No te parez colega, el zoldado que no lucha dezperdicia zu mojo!- le ladró a su lado un cazador trol mientras disparaba flechas a diestro y siniestro mientras su mascota, un raptor de enorme tamaño destrozaba a un sacerdote nerubian.

El chaman tauren aferró con más fuerza sus hachas duales y alzó por los aires a un necrófago que se había intentado abalanzar sobre él. El caos del combate y el frenesí salvaje que corría por sus venas no le permitieron darse cuenta que varios soldados esqueléticos estaban cerrando el paso y rodeándole, por lo que cuando estuvieron lo suficientemente cerca de Helgum por lo que no le quedó mas remedio a éste que entrar en consonancia con los poderes de la tierra y con un simple gesto de su mano creó varias grietas de las que comenzó a brotar lava. Los guerreros cayeron al suelo presa del magma ardiente, agonizando silenciosamente; luego, el chaman apuntó hacia la lava con una de sus armas y controló el poder elemental en un torrente y lo lanzó contra tres bestias que atacaban a la mascota infernal de un brujo. El no-muerto agachó su cabeza en gesto de agradecimiento y luego lanzó a su criatura contra el ejercito. Helgum se preguntaba como podían distinguir a aquellos seres de los que les atacaban.

Cuando el campo de batalla estuvo sembrado de cadáveres tanto de un bando como de otro y el acero dejó de chocar contra el acero, los soldados de la Horda se desplazaron por entre los caídos buscando a sus heridos y rematando a los moribundos. Helgum, por su parte, se dedicaba a buscar compañeros malheridos y sanarles con sus poderes naturales, aunque pocos se habían salvado de los poderes de la Plaga. Seguía sin comprender como aquellos seres de ultratumba podían volver a levantarse, y no deseaba conocer cuales eran los propósitos de aquellos poderes oscuros que los controlaban. Dudaba que pudiesen encontrar la paz del descanso eterno y le resultó irónico que aquellos seres no-muertos pudiesen volver a estar muertos de nuevo.

-Soldados, escuchar. Se que esta orden no os va a gustar lo más mínimo pero vamos a adentrarnos en esos túneles y vamos a hacerlos volar por los aires. Al que no le guste la idea que se vuelva a la fortaleza con el rabo entre las piernas.- el comandante aguardó y cuando contempló satisfecho que nadie se había movido les condujo a la explanada donde estaba la entrada a las galerías. Decidió que tendría que dividir sus fuerza y fue formando grupos.- A ese túnel de ahí iréis tú,-y señaló a un mago elfo de sangre- tú,- un guerrero orco- tú,- una picara no-muerta- tú,- el cazador trol- y tú- el cuál era Helgum.

Cuando el mago conjuró un orbe de llamas pudieron iluminar el camino, estaba infestado de telarañas y líquidos viscosos y el suelo sembrado de pequeños escarabajos y otros insectos que huían ante la luz. El elfo estaba asqueado ante aquel lugar aunque la no-muerta lo estaba de tener que ir avanzando con tanta luz, estaba seguro que aquella mujer estaría más feliz desplazándose entre las sombras.

-Ezte túnel huele a muerte, ¿tu también lo huelez, verdad muchacho?- dijo mientras rascaba la quijada a su bestia descomunal que miraba al fondo del túnel con cautela.

-Tenemos suerte de que este pasadizo sea bastante grande, si nos intentasen emboscar sería bastante difícil plantar cara en un sitio más reducido.- comentó el orco aferrando aún más su maza, la cual no había limpiado de sangre e icor tras la batalla.

Nada más decir aquello un temblor sacudió el lugar y tras él la pared del lado derecho se derrumbó, vomitando un enjambre de nerubians de todos los tamaños. Al grito de batalla del orco, todos cargaron contra las bestias al unísono. Mientras el cazador lanzaba flechas desde su retaguardia intentando disparar a los objetivos más grandes entre los que se contaban un par de enormes guerreros nerubian armados con lanzas, el guerrero lanzaba arremetidas salvajes contra los soldados rasos que se desplazaban por el techo y las paredes. Helgum y el mago, hombro con hombro, lanzaban sendas descargas de fuego y eléctricas, sembrando la destrucción entre las filas arácnidas; la picara por su parte, aprovechando la confusión, degollaba a tantas victimas como podía con una sutileza mortal a la par que elegante. Cada segundo era vital y aunque los soldados de la Horda provocaban grandes bajas no dejaban de aparecer más y más del bando nerubian. La mascota del cazador acabó cayendo bajo el hechizo devastador de un visir nerubian, por lo que el trol entró en una rabia incontenible, desenfundó su machete y se sumergió en la marea de arañas propinando cortes a cualquiera desdichado que se le interpusiese. Cuando los siervos del Rey Lich consiguieron aproximarse hacia el chamán y el mago, el primero desenfundó sus dos armas mientras el elfo decidía retroceder para recargar sus energías arcanas. Las hachas de Helgum danzaban en el aire despedazando patas, cráneos de múltiples ojos y mientras el chaman liberaba su ira elemental; al final él y el guerrero juntaron espaldas para contener a los enemigos que se abalanzaban sobre ellos. Con un segundo temblor, un señor de la cripta irrumpió en la escena arrollando a la pícara y ensartando con una de sus garras al guerrero, que aun desfalleciendo en las garras de la bestia consiguió propinar un último golpe que impactó en el rostro de la criatura, privándola de un par de ojos y enfureciéndola. Helgum, que ya estaba encomendando su alma a los dioses, se cargó con toda la energía aerostática de su alrededor y convocó un estallido de relámpagos que derrumbó a la bestia entre siniestros chillidos guturales, aunque para su horror esta volvió a levantarse. El chamán se sobresaltó cuando una mano tocó su hombro, era el elfo de sangre.

-Lárgate de aquí, voy a derrumbar este túnel de perdición junto con este engendro. Espero que esto me haga recordar como un héroe.- dijo mientras sonreía y le apartaba.

Helgum intentó detenerle, pero la pícara se interpuso y le cogió de una mano, obligándole a correr tan rápido como le permitían sus pezuñas. Cuando echó la vista atrás el señor de la cripta se abalanzaba sobre el elfo y esté estalló en un torrente de llamas carmesí, haciendo que el techo de la galería se derrumbase y comenzase a caer todo el túnel en pedazos. Por fin, tras mucho correr alcanzaron la salida, cayendo derribados justo cuando la entrada se desmoronaba. Helgum ayudó a la no-muerta a levantarse y dirigió su vista hacia la fortaleza. Todos los días perdían vidas decenas de soldados, todos eran héroes, pero sabían que aquello que hacían y por lo que luchaban era por el bien común, por su vida, por sus compañeros, por la Horda.

martes, 7 de abril de 2009

Sentimientos perdidos

Sentimientos Perdidos de Smellian

Era una mañana en la que Smellian actuaba como Embajadora de la Horda en la recientemente anexionada Lunargenta. Era extraño como una Tauren caminara entre las ruidosas calles de la ciudad éfica. Estatuas de Magisteres, comerciantes, pilares hermosos llenos de historia, Smellian se encontraba ante todo un mundo nuevo, en el que incluso un gran historiador de la Liga de Expedicionarios enana se encontraría perdido. Cuando llegó la noche Smellian se dispuso a abandonar la ciudad hasta Muertohogar en las Tierras Fantasma, donde la plaga continuaba atacando Tranquillien y sus alrededores. Un ataque por sorpresa en plena noche supondría un golpe bajo a la plaga, sin embargo algo detuvo a Smellian frente al rio. ¡Una niña!, allí estaba con sus ojos verdosos faltos de magía, una sed que comenzaría a brotar pronto, se separó de la formación y se dirigió a Tranquillien, allí se encontró con algo que cambió el curso de su vida para siempre.

En Tranquillien no pudieron reconocer al bebé, seguramente su familia ya estaba muerta, le dieron dos opciones a la Tauren, cuidar la niñá, o entregarla en el orfanato de Lunargenta. Una decisión dificil, Smellian dedicó toda su vida a la guerra, su familia se perdió en los ataques contra Maraudon, y su afinidad al clan Totem Siniestro era demasiado fuerte como para abandonar por completo el belicismo. Sin embargo los ojos de aquel bebé, inspiraron en el corazon Shu' Halo de la tauren un sentimiento que jamás había conocido.

Finalmente llevó a la pequeña elfa a la Sierra Espolón, donde Smellian poseía una pequeña cabaña para separarse del resto del mundo. A la pequeña la llamó "Nechi" que en Taurahe significa "Paz". Renunció a su labor como Embajadora en Cima del Trueno, y se separó del clan Totem Siniestro, aunque los ojos de Magatha llevaban escritos la palabra traición. En la tranquila Sierra Espolón Smellian oía las noticias de las batallas contra la Legión e Illidan en Terrallende, su afán aventurero le pedía marcharse a la contienda, pero un instinto maternal se apoderaba poco a poco de su mente.

La pequeña Nechi, creció en armonía con la naturaleza a través de las enseñanzas de Smellian, un Elfo Noble no podría conseguir el extasis del Sueño Esmeralda y la senda del Druida, pero Nechi desarrolló una profunda armonía con los animales, a la tierna edad de 6 años logró adriestrar un pequeño huargo extraviado. Con las enseñanzas de Smellian y el desarrollo de sus facultades salvajes, Nechi perdía por momentos la brillantez verdosa de sus ojos. Mientras tanto en Terrallende caia Illidan Tempestira y con ello el mundo devastado se libraba de la dictadura de el Traidor.

Sin embargo la preocupación llegó hasta Smellian cuando al cabo de un año se reactivo el Pozo del Sol, fue por aquel entonces cuando Nechi comenzó a sentir una sed de magía enfermiza, una noche lluviosa, Nechi se marchó. A la mañana siguiente Smellian montó sobre su Kodo y se marchó a su busqueda, !Tenía 7 años¡ ¿Dondé demonios iba a ir?. Cuando llegaron las noticias de que en Quel'Danas se estaba librando una temible incursión contra la Meseta del Pozo del Sol, la druida se temió lo peor, los truhanes de Ventura y Cia. solian recorrer Los Baldios hasta la sierra, uno de aquellos Goblins reconoció que informaba a veces a la pequeña elfa de lo que se comentaba en Trinquete y Gadzetan, Smellian no titubeó ni un segundo y marchó lo mas deprisa que su Kodo aguantó, cuando alcanzó el Zepellin hacia Entrañas se econtró con un viejo conocido, allí estaba Thefox, aquel viejo orcó que tanto compartió con la druida notó que su vieja amiga se encontraba en apuros con solo mirarla.

Cuando la tauren le contó la historia fueron rapidamente hacia Quel' Danas. Al llegar al embarcadero, allí estaba Nachi, dos soldados Draenei la custodiaban para que no se adentrase mas allá de la linea de fuego. Smellian sintió como que aquella niña que ella cuidó no era la misma, con solo 7 años la aventura la llamaba. Thefox, Smellian y Nechi pasaron la noche en Lunargenta. A la mañana siguiente Smellian se levantó con las primeras luces del Alba, se dirijió hacia la Corte del Sol y expresó sus deseos a Halduron Alasol. el General Forestal que recordaba a Smellian caminando los primeros dias de anexión entre su ciudad aceptó la petición de la druida, por primera vez tendría un aprendiz tan joven.

Smellian y Thefox se marcharon sin despedirse de Nechi, la pequeña fue despertada por dos forestales que la condujeron hacia su nuevo hogar, la elfa no durmió en 10 noches, sintiendo como la imagen maternal que había tenido durante toda su vida se había marchado.

Y los años pasaron, desde el frio norte la contienda contra Arthas, la guerra del Nexo, y los ataques de los poderosos descendientes de los Titanes estaban convirtiendo Rasganorte en un baldio helado lleno de muerte y desolación. Smellian volvió a la guerra al cabo de tantos años, junto con Thefox se encontraban en medio de la contienda, la relación de Thefox con el Alba Argenta ayudó mucho a Smellian a encontrar una labor en el continente helado. Smellian sin embargó decidió ayudar a su viejo amigo Xarantaur "El Testigo" en su investigación acerca de Pezuña Tempestuosa.

Una mañana Xarantaur recibió una visita, una hermosa elfa con unos ojos negros preciosos entró en su cabaña, Smellian que se encontraba buscando componentes llegó a tiempo para que su cruzaran las miradas entre ella y la elfa, la elfa no lo notó, pero Smellian sabía que era Nechi, Xarantaur que también notó el fervor y la alegría en los ojos de la druida le aconsejo que fuera en su busqueda. Thefox, que se encontraba en la Vanguardia Argenta en aquel entonces, y meticulosamente preparaba un asalto a la Ciudad de la Plaga. Smellian decidió recurrir a su ayuda para encontrar a Nechi, sin embargo... la desdicha volvería a visitar a la druida, al mediodía de aquel triste día los Cruzados volvían de el ataque sin ningún resultado, y con solo unos pocos supervivientes. Al preguntar a los valientes por su viejo amigo le contaron que fue brutalmente empalado por el Infrarey Talonox, el Vigía de Ébano dió su mas sentido pesame a la Tauren, pero ya no se encontraba con fuerzas para continuar, sin su amigo, sin su mas hermoso recuerdo, Nechi, sin nada por lo que continuar comenzó a perderse entre las frias tierras de Corona de Hielo.

Los susurros de la muerte no le dejaban dormir, los lamentos de los valientes que perecierón en ese desierto le atormentaban en cada instante, fue entonces cuando la muerte llegó hasta su ser, y en un arrebato de locura, su sensatez y coherencia fueron devastadas por el Rey Exánime. Ahora formaba parte del ejercito de los muertos.

Xarantaur preocupado por Smellian, no sabía que hacer, hasta que la elfa volvió a su cabaña, bajo el calor de la leña, y el olor de un brebajo de hierbas, dialogaron acercá de quién era ella y quien era Smellian. La elfa montó rapidamente sobre su dracoleón y se dispuso a buscar a su "madre", el frió de las Cumbres Tormentosas, y el clima inestable de la zona dificultaron su busqueda, pasaron los meses, y en todo Rasganorte se oía comentar entre los miembros de la Horda - ¡Levantaos hijos de la Horda, Sangre y Gloría nos aguardan!, y esqué en el Cementerio de Dragones, la Puerta de la Cólera se había cobrado la vida de Colmillosaurio el Joven y Bolvar Fordragon, provocando horribles sucesos tanto para la horda como para la alianza.

Entrañas había sido tomada por Varimathras y la horda tenía el deber de retomarla, Nechi dando su busqueda por perdida se adentró con otros aventureros en las profundidades de las ruinas de Lordaeron. Miles de no-muertos habían tomado las calles de Entrañas, pero ese no fué un motivo para que la horda triunfara una vez mas. Cuando volvió al bastión Grito de Guerra, Garrosh Grito Infernal dió la orden de atacar un pequeño grupo de Caballeros de la Muerte en el Cementerio de Dragones, cerca del Martillo de Agmar. Cuando la cazadora llegó al frente no titubió en atacar, su fiel huargo "Ichnee" (en Taurahe Fuerte) se abalanzo sobre un par de aquellos soldados oscuros, pero se detuvo ante un olor familiar, sin embargo aquella Tauren caballero de la muerte asestó un temible tajó sobre el huargo. Nechi volvió la mirada ante los ojos de color azul hielo, las dos miradas se detuvieron, era como un centenar de crujir de espadas en apenas 10 metros, entonces los ojos de la tauren derramaron una lágrima... Aquella Tauren era Smellian, su "madre", quien compartió con ella sus mejores años de juventud en la Sierra Espolón, entonces una abominación saltó sobre Nechi, la elfa demasiado concentrada en la tauren recibió un golpe en su espalda, por un momento la voluntad de la druida volvió en sí, y se abalanzó contra la abominación, Nechi estaba en el suelo, apenas podía moverse. Entonces vió como Smellian se colocó delante de ella, con la actitud defensiva y en guardia comenzó a recibir ataques de agominaciones, geist y necrófagos. De sus labiós frios surgieron debiles palabras, "Huye hija mía", Nechi volvió a la falange viendo como un gancho de una gigantesca abominació atravesaba el cuerpo de su criadora.

Cuando la batalla terminó Nechi recojió el cuerpo de Smellian y se dirijió a Cima de Trueno, donde Magatha realizó la ceremonia para que el cuerpo de la Tauren encontrara el camino hacia los Ancestros. Hoy en día Nechi forma parte del orfanato de Shattrath, y todos los meses visitá aquella cabaña en dondé diós sus primeros pasos, conoció su unica mascota Ichnee, y se respira el olor a leña en días frios, a cariño, y a aquellos días en los que aquella niña correteaba entre los brazos de Smellian, y escapó un día a buscar su futuro.

miércoles, 1 de abril de 2009

Casi la cumbre más alta

Arda ha ganado el logro [Eso por meterte con Zelda (wii)]
Arda ha ganado el logro [Eso por meterte con Zelda (wii)]

Y tras ganar este logro que me ha costado unos cuantos días me dirijo de nuevo a Rasganorte a seguir mi particular cruzada contra Arthas, la cual consiste en hacer todos los logros que pueda en el menor tiempo posible para:
  1. Llenarle el chat a Arthas y que no vea venir las raids
  2. Causarle desprendimiento de retina por el cambio de color naranja-amarillo-verde al anunciarse los distintos logros
  3. Provocarle esquizofrenia paraonica con manía persecutoria al intentar entender lo que se me pasa por la mente para hacer tantos logros
Así que me dirijo a Cumbres Tormentosas a seguir con mis misiones. Pocas horas después me doy cuenta de que hay un tipo un poco cabrón (o incomprendido, quien sabe) que anda escondido en el K-2 de la zona. Tan odiado es el tío que hasta 4 personas distintas me piden que vaya y lo mate a él y a sus esbirros.

Así que allá vamos Aeol, Nefty, Tormius (palamank) y una chammy healer, dispuestos a arrasar Cámaras de Relámpagos. Matamos al primer boss y enseguida nos damos cuenta de algo....

[Tormius]:> Arda
[Arda]:> Dime
[Tormius]:> No has muerto O_O
[Arda]:> coñe, es verdad, que raro...


Avanzamos hasta antes de la sala de los elementales para reagruparnos y entrar todos juntos...

[Arda]:> Volkhan! Si tu hermano es como tú, mejor casarse con un cerdo!!!
[Grupo]:> ???
Arda lanza su shuriken de nombre raro a Volkhan y le inflige 639 de daño
[Arda]:> Anda, mira! Si se le puede pulear desde aquí abajo!
[Tormius]:> Sí...arrastrando todos los pulls que quedan de por medio zopenca!


Todavía nos estamos recuperando de la somanta de ostias que nos dieron los pedruscos, las quemaduras de 3º grado de las llamas vivientes y regenerando trozos de carne que nos arrancaron las explosiones de los hijitos del boss.

Tras resucitar volvimos al boss y lo matamos sin mayor problema, otra vez sin que yo muriese....

[Tormius]:> A ver si la próxima vez le pides unas manos a los reyes en vez de otra daga...
[Tormius]:> Pero bueno, al menos has vuelto a sobrevivir a un combate de un boss, se me ponen los pelos como escarpias...
[Arda]:> Yo te puleo! Que ahora te puedo mandar el aggro!
Arda lanza Secretos del Oficio sobre Tormius
[Tormius]:> A que la lias....
Arda se acerca al grupo de mobs
[Arda]:> Me das ganas de vomitar Tormius!
Arda lanza Abanico de Cuchillos
[Arda]:> Uy, perdón....no cambié el target....
Tormius lanza Bendición de Sabiduría (Rango 1) sobre Arda
[Tormius]:> Por perra
[Arda]:> Pero qué traidor!!! Ponme al menos la tocha, no la de rango 1!!!


Para cuando acabamos el 3º boss me devolvío mi bendición de poderío, pero esta me la guardo. Cuando menos se lo espere le voy a mandar toda una instance entera con Secretos del Oficio para que se muera bien mue......Por cierto, Kaamos, si estás leyendo esto, es broma, sabes que nunca te clavaría una daga en el ojo.... /silbar.

Por donde iba....ah, sí, la sala del planetario... Después del 3º boss (de nuevo sin que yo muriese!) entramos en una sala muy amplia e impresionante. Hologramas de planetas, mapas astrales, constelaciones en miniaturas y astrónomos con muy mala leche y mascotas enanas recubiertas de hierro forjado (también con muy mala leche). Conté un total de 7 astrónomos, justo los que me había pedido alguien de nosedonde en una misión.

Cuando nos acercamos al primero nos mandó a sus enanos a que intentaran deshacerse de nosotros.

Enano1 usa whirlwind
Tormius bloquea whirlwind de enano1
Arda se come 5000 de daño de whirlwind de enano1
Arda se come otros 7460 de daño de whirlwind de enano1
Tormius recibe 3 de daño de whirlwind de enano1
Arda muere
Arda pulsa repetidamente el botón de evasión a partir de la décima de segundo siguiente a morir

[Tormius]:> No podías durar mucho más sin morir
[Arda]:> ¬¬
[Arda]:> Anda, levántame...


Tras resucitar y recuperar vida. Bueno vale, es mentira, no recuperé vida (lo veo un gasto inútil de tiempo), esperé a que alguien me curase o subiera sola y como no lo hacía empezamos el pull del siguiente astrónomo con mi vida a medias.

Empieza la lucha
Arda muere

[Arda]:> ???
[Tormius]:> lol
[Arda]:> Qué ha pasado ahora??? Ni me dio tiempo a ver nada!

Así que más de lo mismo: resucitar, comer (esta vez al menos quería morir de más de 1 golpe) y a por el 3º grupo de astrónomos (menos mal que blizz decidió que aun estando muerto te cuenten las muertes que hagan el resto de tus compañeros para las misiones).

Empieza el combate
Arda se tira evasion para evitar sustos
Enano1 hace whirlwind
Enano2 hace whirlwind
Arda se aleja de los enanos y esquiva 3 golpes
Arda esta lejos de los enanos
Por si no ha quedado claro ARDA SE HA ALEJADO DE LOS ENANOS ESPERANDO QUE ACABE EL PUTO WHIRLWIND
Arda muere

[Tormius]:> Arda, te estas superando xD

Repetimos resurrección, comida y descanso. Nos acercamos al 4º astrónomo pero esta vez tomé precauciones. Esta vez no me iban a pillar desprevenida.

Empieza el combate
Los enanos hacen whirlwind
Los enanos pierden la mitad de la vida

[Tormius]:> Pero bueno!
[Tormius]:> No seas cobarde Arda y acércate a la lucha!

Astrónomo mira a Arda y le tira 2 lanzas seguidas
Arda muere
[Arda]:> Qué pasa? Claro, como la Arda es un buen objetivo...la Arda se ha muerto tantas veces que parece una muñeca de trapo a la que es facil pegar y matar, no?
[Arda]:> Estos tíos me han cogido manía, no pienso resucitar hasta que no estén muertos los 3 astrónomos que quedan
[Arda]:> ¬¬


Al final consiguieron convencerme de que resucitara. Me dijeron que me echarían escudos, quitarían aggro y todo para terminar de matar los astrónomos intentando, ilusa de mí, no morir.

Como no podía ser de otra manera morí otras 3 veces hasta que salimos de la sala dejando un enorme charco de sangre.
De MI sangre.

Seguimos hasta llegar a Loken, el tirano de la zona, un titán grandote aburrido en su trono (y normal que se aburra, tiene el trono enfocado hacía un globo del mundo que se debe saber de memoria pudiendo haberlo girado hacia el lado opuesto y ver cómo se fabrican sus mini-titanes y enanos-mascota, claramente mucho más divertido) que nos esperaba con pose de pensador.

Empezamos sin mayor problemas a matarle pero la cosa se acabó torciendo. Murieron 2 de los dps cuando le quedaban 400k de vida. Seguimos aguantando hasta que le quedaban alrededor de 50k, momento en el que murió el healer.

Como auténticos jabatos aguantamos Tormius y yo (bueno, en realidad las ostias se las llevaba solo Tormius), conseguimos resistir las embestidas de Loken y hacerle morder el polvo (algo que no fue muy util teniendo en cuenta que unos enanos me habían pedido su lengua).

Tras una tarde tan accidentada y larga volví a casa a relajarme y a pegar saltos, aplastar tortugas y champiñones...

Arda ha ganado el logro [Acaba todas las pantallas con Mario(wii)]
Arda ha ganado el logro [Acaba todas las pantallas con Mario(wii)]

miércoles, 25 de marzo de 2009

Me muero por contarlo: 3er clasificado

Aquí os dejo el 3º clasificado del concurso y así cerramos el podio. Más adelante publicaré alguna otra historia de las mejores.


El Wendigo de Greystone

Recorro las peligrosas y heladas montañas de Dun Morogh…

El viento que azota es frío, rápido, racheado, cuesta respirar, cuesta andar. Los copos cristalizados de nieve cortan como cuchillas cuando golpean contra la piel desnuda de mi cara, ni mi espesa barba parece poder frenarlo. Una vez vi a un mago humano generar una lluvia de cristal helado similar para finalizar con el sufrimiento de cuatro patéticos orcos que lo amenazaban… aquella lluvia fue mucho menos potente. Por suerte para mí llevo años y más años vagando por estas duras tierras y “casi” estoy acostumbrado. Tal vez vagando no sea la palabra más adecuada, pero yo no soy un versado en letras, para eso están los chiflados de los gnomos, lo mío es la caza, y soy bueno en ello. En Dun Morogh ó eres hábil cazando ó te conviertes tú en la presa. Me acompaña Büga, mi jabalí de guerra, mi mascota, mi amigo… mi único amigo. Es resistente, agradecido y muy útil, pero sobretodo, es fiel ¿qué más puede pedírsele a un animal de caza?

El temporal empeora y aún lo hará más conforme avance el día, por la noche será una locura. No muy lejos de aquí hay una cueva dónde podremos guarecernos, a unos veinte kilómetros, si fuerzo un poco la marcha estaremos en poco más de una hora.

Al llegar noto una presencia en el interior de la cueva, tengo un sexto sentido para estas cosas. Büga también lo capta y se pone en posición defensiva instintivamente. Parece que algo ó alguien ha tenido la misma idea que yo. Me concentro aún más en el interior, agudizo tanto como puedo el oído, el olfato, la vista, el tacto e incluso el gusto para saber a lo que voy a enfrentarme antes de entrar. Los olores que percibo me inquietan, el que más resalta es el de la sangre, mucha, sangre de troll peloescarcha en su mayor parte. Hay más olores, olfateo siete distintos, seis de troll y uno de… uno de… sniff, sniff, pelo húmedo, pelo mezclado con barro… ¡Mierda, ó es un carnero asesino, ó es un Wéndigo!

Deberíamos darnos la vuelta, deberíamos buscarnos otro sitio donde pasar la noche pero ya es tarde. El temporal ha arreciado con fuerza y el sitio más cercano que se me ocurre está a más de dos horas de aquí en el campamento enano de Las Birras, al otro lado del Lago Helado. Posiblemente no llegáramos, posiblemente nos congeláramos antes. No tenemos más elección, además puede ser una cacería entretenida.

Caminamos sigilosamente, a contraviento para enmascarar nuestro olor, nos deslizamos por la abertura horadada en la montaña y accedemos a la cueva. No enciendo ninguna luz, no la necesitamos, mi vista es tan precisa como la de un águila, y Büga… bueno, él atacará a lo que yo dispare.

Nada más avanzar los primeros metros, se confirma lo que ya sabía, el hedor a muerte es fuerte, encontramos restos de sangre de troll y trozos de armas y armaduras esparcidos por todo el enrojecido suelo. Los cuerpos de esos pobres desgraciados no están, eso significa que el Wéndigo está acopiando comida para el invierno. Büga olisquea el enrarecido aire y emite un casi imperceptible gruñido, le doy una palmada en el lomo para tranquilizarlo y saco mi rifle tejehierro de su funda, ahora ya sin contemplaciones. Seguimos avanzando, internándonos más y más en las profundidades de la caverna, la oscuridad casi nos envuelve por completo, oímos el goteo de una estalactita, el discurrir del agua por las fisuras en la paredes, y por encima de todo eso… ñam, ñam, los mordiscos obscenos, ansiosos y despiadados de un ser temible y grotesco. Llegamos hasta casi el final de la cueva, el monstruoso ser está arrodillado sobre el cadáver de un troll desmembrado, está terminando de despedazarlo, el espectáculo es sobrecogedor, cuanto menos. Contengo el aliento durante unos segundos y me preparo para lo que va a venir. Visualizo el combate en mi mente antes de ejecutarlo. Una vez un sacerdote enano llamado Fixx me dijo “la victoria, siempre, se decanta del lado del hombre preparado”, así que me preparo. Saco una trampa de manufactura gnoma y la coloco en el suelo, después preparo diferentes tipos de balas, unas para aturdir, otras para envenenar y, mis preferidas, las de matar.

Hora de actuar. Hora de disparar… ¡Bang!

Impacto directo en la cabeza, cualquier otro animal ó monstruo de esas dimensiones habría caído al suelo descerrajado, pero no un wéndigo, no este wéndigo. Se alza, rugiendo y chorreando sangre, en toda su enorme envergadura, es casi tres veces mi tamaño, pocas veces he visto algo así. Tardo menos de un segundo en reaccionar, es lo bueno de estar acostumbrado a esta vida de cazador, recargo el tejehierro con otro proyectil y vuelvo a disparar, esta vez es el turno de una bola de acero… ¡Bang! no perfora, no penetra, pero duele y aturde tanto ó mas que el ron que preparan los goblins de Bahía del Botín en la Vega Tuercespina. Con el monstruo desorientado es el turno de Büga, se lanza a toda velocidad emitiendo un furibundo bramido de guerra, la cornada que le propina mi compañero hace crujir la pierna del gigantesco engendro, que se tambalea pero no cae. La adrenalina del combate hace que el wéndigo reaccione instintivamente, estira su enorme zarpa derecha y se sacude a Büga de encima como un hombre se quitaría una lagartija del hombro. Mi compañero tardará en reaccionar, se le ve conmocionado, no importa, ha cumplido con su cometido, me ha dado tiempo para disparar por tercera vez, ahora le toca un dardo envenenado que se clava en el pecho. El enorme ser se sacude el proyectil y avanza hacia mí tan rápido como le da de sí su maltrecha pierna, no es suficiente, la cuarta bala va ya de camino antes de que me alcance. El wéndigo está reventado, ensangrentado y muy muy envenenado para cuando llega hasta mí y ahora viene lo mejor… jeje. ¡Fuuuussss! Fuego, por todas partes, la trampa gnoma se ha activado. El amasijo de pelos que es el monstruo se vuelve una bola incendiaria de rugidos, aullidos y olor a carne quemada. Cae de rodillas y aún así intenta arrastrarse hasta mí, admiro su perseverancia, pero de nada le sirve, doy un salto hacia atrás y contemplo como el verdugo de los trolls yace muerto a mis pies. Me viene a la cabeza un dicho tauren: “Por muy fuerte que seas… siempre habrá alguien más fuerte que tú”. Pongo otra bala en mi tejehierro y disparo sobre el monstruo, así no quedan dudas, yo soy un profesional, no me gusta correr riesgos innecesarios. Vadeo el cuerpo sin vida de mi oponente y me acerco hasta Büga, está dolorido pero consciente, eso es bueno, coloco mi mano sobre él y rezo unas palabras en mi gutural idioma, eso parece aliviarlo un poco.

- Eh, chico, lo hemos conseguido – le susurro-, nuestra presa ha caído. Has hecho un buen trabajo.

- Iiiickss – responde aún nervioso.

- Ya está, descansa, mañana estarás como nuevo – rebusco entre mi capa y mi pantalón y saco un viejo jubón con hierbas.

- ¡Iiiiiccccks! – vuelve a bramar.

- ¿Um? – no es una reacción muy típica de él - ¿Qué ocurre ahora, amigo?

- ¡Iiiickss! – intenta levantarse con un intento desesperado.

Y entonces lo sé, entonces lo presiento… no estamos solos.

Giro levemente la cabeza y lo veo por el rabillo del ojo… ¡Un Wéndigo seis veces mayor que yo, el otro sólo era una cría!

¡Jodidos tauren, qué razón tienen!

- Crónicas de Greystone-

miércoles, 18 de marzo de 2009

Me muero por contarlo: 2º clasificado

Os dejo a continuación el 2º clasificado del concurso de relatos del aniversario del blog.


Pesadillas en Karazhan de Krohenen

El sol ya se estaba colando por entre los picos de las montañas del Paso de la Muerte cuando una figura se dibujó en el cielo de aquel amanecer. El anciano archimago puso la mano sobre su frente despejada a modo de visera mientras contemplaba como el paladín enano que había llamado días atrás se aproximaba montando sobre un imponente grifo de batalla. Cuando la bestia aterrizó, su amo se desmontó ágilmente a pesar de la armadura de placas brillantes que llevaba y se acercó al mago de Dalaran.

-Que la Luz sea contigo, archimago Alturus. He venido en cuanto me llegó su carta.

-Te doy las gracias, Lord Landsverk. Me alegro mucho de veros, ya que no hay mejor persona que vos para encargaros de tal tarea.

-Me imagino de que se puede tratar, contando que es la torre de Karazhan la que os quita el sueño. No me imagino la cantidad de indescriptibles horrores que habrán tras sus muros desde que el Guardián abandonó su torre.

-Por eso os he llamado. Dalaran se sentía curiosa ante el destino de la morada de Medivh, ya que últimamente han acaecido sucesos muy extraños. Hace un tiempo enviamos a tres expertos magos a investigar su interior y todavía no han vuelto, por lo que no se me ocurrió otra cosa que pedir vuestra ayuda, mi señor.

-No temáis sabio anciano. Entraré en la torre y descubriré que mal aguarda en su interior- dijo el paladín mientras abría la verja de entrada y se sumergió en la oscuridad de la torre, seguido con la mirada del archimago hasta que le perdió de vista.

Nada más entrar le inundó la atmósfera cargada y pesada del ambiente, el sitio llevaba largos años enclaustrado y se hacía difícil respirar. Landsverk se rascó la barba mientras contemplaba la arquitectura y la decoración de aspecto lúgubre y se colocó el yelmo alado sobre su testa mientras desenfundaba su martillo, no sabía que podía aguardarle.

-Disculpe pero no se permiten armas dentro de la torre mi señor, si me la deja se la guardare durante su estancia.- dijo una voz siniestra a su espalda. El enano se giró y vio ante él un hombre vestido con elegantes ropajes, como vestiría el mayordomo del lugar.

-Soy Moroes, el ayudante de cámara de mi amo Medivh. Él mismo espera que su estancia aquí sea lo más placentera posible... y duradera.- dijo mientras su rostro se iba deteriorando y transformándose en una máscara de muerte.

El paladín acto seguido descargó un golpe contra aquel ser, pero en el momento del impacto, se esfumó como por arte de magia. “Pronto pertenecerá a Karazhan, como el resto”, la voz cavernosa de Moroes resonó en los muros del castillo mientras se carcajeaba. Landsverk movió su cabeza protegida para despejarse y siguió avanzando por el pasillo. A medida que iba avanzando comenzó a oír un clavicordio y poco antes de llegar a unas escaleras vio los establos del castillo donde un caballero enfundado en una terrible armadura rojo sangre se paseaba, entonces divisó al paladín.

-¿Cómo? ¡Pero que ven mis ojos! Una presa nueva para Attumen; rápido, traedme a Nocturno. ¡Hoy disfrutaremos de una buena cacería!- prorrumpió con un deleite de satisfacción mientras se adentraba en las caballerizas.

Landsverk optó por evitar el combate contra aquel ser y subió las escaleras raudo siguiendo el camino del cual provenía la música hasta que llegó a un salón de baile atestado de bailarines fantasmagóricos. Ni siquiera se dieron cuenta de su llegada, cuando se cruzó en medio de varias parejas que le atravesaron mientras danzaban sin percatarse de su presencia. El paladín, asombrado ante tal espectáculo recorrió con la mirada la sala, quedándose embelesado con el espectáculo; la música poco a poco iba penetrando en su cabeza e incitándole a unirse a tal macabro espectáculo. La determinación y la razón imperaron sobre él y optó por seguir avanzando hasta que llegó a una bifurcación. Una de ellas llevaba a un teatro donde decenas de espectros contemplaban divertidos como una pobre alma infeliz disfrazada con una caperuza roja era perseguida por un hombre lobo, mientras que en el otro lado unas damas de aspecto lujurioso le tentaban y le hacían señas para que se acercase y disfrutase de sus placeres cuando una mujer colosal que patrullaba la zona le hizo cambiar de opinión y decidió atravesar una puerta tras otra evitando los horrores y la locura que se habían apoderado de la torre. Al final, llegó a una biblioteca, la más grande que había visto jamás; la cual estaba protegida por un enorme constructo que se paseaba entre las aberraciones arcanas que habían tomado la zona. El martillo de Landsverk fue dando buena cuenta de ellas, desterrándolas al plano mágico del que habían escapado. Aquella biblioteca era infinita, por más que ascendía solo veía estanterías y escaleras pero a medida que iba avanzando cada vez más notaba una presencia terrorífica, mucho más poderosa de la que había sentido en los espectros que habitaban en Karazhan. Entonces, al llegar a un tramo de la biblioteca fue cuando encontró al primer ser vivo que había visto en toda la torre. Era una mujer orca, vestida con un corpiño de cuero y una capucha que iba vagando como ida por la estancia. Cuando Landsverk se acercó a la mujer vio reflejado en sus ojos que ya poca cordura quedaba en aquella desdichada.

-Mujer, ¿qué haces aquí? ¿Cómo llegaste hasta este sitio y has sobrevivido a los horrores de la torre?-le inquirió el paladín sujetándola con ambas manos.

-La torre me necesita, me han prometido vivir eternamente, ellos no me dejan, vienen a buscarme, quieren llevarme como se llevaron a los otros. Él vendrá, él convocará el infierno y todo arderá. No debimos venir a saquear, no se puede robar el conocimiento, no se puede interferir en sus planes o él nos castigará con la no-muerte.

-¿Quién? ¿Quién es él? Medivh murió hace mucho, y esta presencia impía no es de él.

-Él no, insensato, me refiero al príncipe del caos, al señor de la muerte. ¡Malchezzar! ¡Malchezzar vendrá a por tu alma! ¡La Legión Ardiente se aproxima!- y diciendo aquello la mujer se libró de los brazos de Landsverk y corrió alejándose de él.

Cuando el enano amagó para ir tras ella un diablillo se abalanzó sobre la mujer y la atravesó repetidas veces con un cuchillo mientras repetía una y otra vez “¡Sangre para Terestian, sangre para Terestian!”. El paladín, lleno de ira cargó contra la bestezuela y descargó tal golpe sobre ella que la lanzó a la inmensidad del vacío mientras chillaba. Con todo aquel alboroto, decenas de espíritus comenzaron a acechar a Landsverk desde todos los flancos; entre aquel tumulto divisó a un anciano mago que le resultó algo conocido y le seguían otros tres, probablemente los pobres desdichados que habían venido desde Dalaran. Cuando los espectros se abalanzaron sobre él mientras le susurraban que se uniese a ellos, el paladín convocó los poderes de la Luz en una nova sagrada que repelió momentáneamente a sus enemigos y les aturdió; entonces corrió buscando una salida hasta que divisó una balconada protegida por un cristal, el cuál rompió saltando contra él. Cuando salió al exterior, buscó incesantemente su grifo, que planeaba alrededor de la torre y lo llamó con un silbido. La bestia, viendo que su amo estaba en peligro acudió rauda y llegó en el momento justo en el que el enano saltaba al vacío desde el balcón para evitar las decrépitas manos que trataban de arrebatar su alma. Landsverk miró atrás para ver si había alguien sin resultado por lo que dirigió el grifo hasta el punto donde el archimago Alturus le esperaba sentado, en el exterior ya había anochecido aunque tenía la sensación de haber estado allí solo un par de horas.

-Gracias a la Luz, seguís vivo; ya me temía lo peor. ¿Y bien?- preguntó impaciente el anciano.

-Hacéis bien en temer lo peor mi señor pues se trata de nada menos que la Legión Ardiente.-y le contó todo al cada vez mas aterrado mago- Si no hacemos nada pronto estaremos perdidos. Para empezar deberíais buscaos un buen grupo de aventureros que no tengan miedo a nada. No contéis conmigo ya que no pienso volver a entrar en esa torre nunca más. Al menos no solo.-dijo mientras sonreía para calmar al archimago, aunque los horrores de Karazhan no se irían nunca de su mente.